José Luis Camacho Acevedo.
El Partido Acción Nacional ya definió un esquema de consulta para seleccionar a quien pudiera ser el más aceptado como candidato de la Alianza va por México rumbo a las presidenciales del 2024.
Seguramente, con modificaciones mínimas, ese modelo de consulta será aprobado por los comités nacionales del PRI y del PRD.
Un sondeo rápido después de que el PAN anunciara el método dio como resultado que los perfiles que más reconocería la ciudadanía convertida en electorado, son los del panista Juan Carlos Romero Hicks y del tricolor Enrique de la Madrid.
Sin duda que igualmente son conocidos por las militancias de sus respectivas organizaciones los dirigentes Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano.
Cortés y Alito son identificados por sus bases más por lo controvertido de sus actuaciones que por la eficacia demostrada en sus encargos.
Virtualmente eliminados como precandidatos presidenciales por la circunstancia señalada de reclamo de sus bases a la mayoría de sus decisiones, tanto Moreno Cárdenas como el michoacano Cortés, al PRI apenas le sobreviven, y con mucha dificultad, Beatriz Paredes y Claudia Ruiz.
En tanto que al PAN le restan como probables precandidatos Santiago Creel y Xóchitl Gálvez.
A nivel de conocimiento, la verdad que esos partidos no tienen más ofertas conocidas que las mencionadas.
Igual MORENA trae a cuatro prospectos bien posesionados ante sus bases: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Adán Augusto López.
Velasco y Noroña son voluntaristas políticos meramente testimoniales.
Antes de que terminen los festejos patrios en septiembre del presente año, los mexicanos sabremos muy probablemente cuáles serán los binomios que competirán por la Silla del Águila.
¿Claudia contra Romero Hicks?
Marcelo contra Enrique de la Madrid?
Poco tendremos que vivir para saber como se decantaron las pasarelas que, por lo pronto, ya están causando un pesado hastío por su desmedida proyección en los medios de comunicación nacionales.