Mientras el grupo liderado por Claudio X (PAN, PRI y PRD), sigue deshojando la margarita para decidir quién es su candidato a la Grande del 2024.
En tanto el Movimiento Ciudadano (MC) sabiendo que no ganará pero tendrá nuevos cuadros y, quizá, una votación respetable en la sucesión presidencial, espera pacientemente.
Y ya supuestamente encartados para querer entrar en la batalla mayúscula Santiago Creel y Lilly Téllez. Él mediante sus declaraciones triviales y su ejemplo de estar en acción en un puesto importante (secretario de Gobernación con Vicente Fox (sic con botas y babas) y en otros momentos asesor de presidentes del albiazul. Y ella, la ex locutora con estudios de bachiller, en un promocional donde no entiende nada, ni siquiera el mundo que padecemos, aunque apegada a lo que dicte Vox, la ultraderechista agrupación española que es una extensión del franquismo más acedo.
En la otra parte del espectro político, hay aparentemente cinco suspirantes en intentar ser la corcholata destapada, aunque en realidad son tres los posibles.
Ellos son: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña. En orden de a quienes les dan más atención en los grupos políticos diversos.
Fernández Noroña es un político muy combativo que gana casi todos sus debates legislativos, recorre el país intensamente y a pesar de estar en el PT es un activo de López Obrador.
Ricardo Monreal pasó de ser un Senador que todos los grupos políticos de su Cámara Legislativa lo veían como conciliador, pero al acercase nuevamente- luego de un periodo de casi dos años ausente en Palacio Nacional- a López Obrador, ahora tiene diferencias profundas con las otras agrupaciones, ya que aceptó ser leal a pesar de que no le den nada en el próximo mandato sexenal. Pero, sabemos, espera una recompensa a su trabajo y que sigan cuidando a sus hermanos que desgobienan: Zacatecas, principalmente a David, el supuesto mandatario.
Así pues, la lucha real es entre Claudia y Marcelo, aunque como antes se decía: Adán puede ser el “caballo negro” (con todo respeto al color), ya que López Obrador se puede inclinar por él si el enfrentamiento Sheinbaum – Ebrard se vuelve muy ríspido.
Ello ha traído como resultado que ya existan grupos de ambos bandos que se dan con todo. Lo mismo en redes- un colectivo de ex comunistas que apoyan a Claudia-, en la UNAM y entre los gobernadores, ya que el de Oaxaca, Salomón Jara; el provisional y sin fuerza de Puebla, Sergio Céspedes; en Tamaulipas, el emproblemado por el narco, Américo Villareal; la de Baja California, Marina del Pilar Ávila y el de Veracruz, Cuitláhuac García, el ineficaz (recordemos los casos de Regina Martínez, Rubén Espinosa y Nadia Vera, asesinatos no resueltos, entre otros asuntos importantes).
Éste último, dicen los que saben, es la cabeza de los adeptos a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Mientras ocurre eso, Marcelo Ebrard ha reclamado, correctamente, que no se puede jugar con dos cachuchas al mismo tiempo, por lo que aceptó la renuncia a la subsecretaría de Relaciones Exteriores de Martha Delgado, para que haga campaña a favor del funcionario que ha lidiado con Estados Unidos y otros asuntos.
Lejos de plantearse la disputa entre el Político y la Científica (Max Weber, dixit), la batalla se ha dado en términos poco civilizados, aunque la sangre no llegará al río porque el árbitro y decisor AMLO calmará la posible tormenta.
PD: La ocupadísima Rosa Icela Rodríguez: Guardia Nacional, Migrantes, Fentanilo, negociaciones con Estados Unidos, más lo que se acumule, entrevistada en La Jornada (15 de mayo), no está descartada, como muchos publican, a ser la corcholata en la Ciudad de México. A pesar de las casi siempre engañosas encuestas.