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La primera mujer presidenta de México

por Karla Pulido
16-08-2024

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Claudia Sheinbaum recibió la constancia que la acredita como la presidenta electa de México en una ceremonia oficial este 15 de agosto. Con ello culmina el proceso electoral, pues el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación validó los comicios y resolvió todas las impugnaciones, dando por legal y legítimos los resultados de las votaciones.


A pesar de que era prácticamente imposible que el Tribunal modificara los resultados, la ceremonia no deja de ser histórica e inédita. En principio, porque es la primera vez que una mujer ocupará la titularidad del Poder Ejecutivo federal en nuestro país. Pero además, porque en la ceremonia pudimos apreciar mensajes claros sobre la paridad de género. 


Sentadas juntas, estaban la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña; a su lado, la consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral, Guadalupe Taddei; y la secretaria de Gobernación federal, Luis Alcalde. Las tres mujeres son también las primeras en la historia de México en ocupar dichos cargos.


El mensaje de la presidenta del Tribunal Electoral, Mónica  Soto, también estuvo cargado de simbolismos. En general, un llamado de reivindicación a las luchas por la paridad de género, la inclusión política de las mujeres y el combate a la discriminación y a la violencia en razón de género. 


En su mensaje, la presidenta electa Claudia Sheinbaum fue clara: llegamos todas, dijo, en referencia a que de esta manera las mujeres tomarán un papel relevante y protagónico en la política nacional.


Fuera de las posturas ideológicas, de los planes y proyectos de nación, del reconocimiento de las condiciones para la participación de las mujeres en la vida pública de este país, y de la valorización de la lucha femenina, y feminista, para permitir que las mujeres también participaran en los procesos políticos, el que hoy haya una mujer que será presidenta de México es una muestra clara de un avance político histórico, que merece ser celebrado y reconocido. 


Desde la primera mujer en ocupar un cargo público por elección popular, con Rosa Torre González como primera regidora en Mérida en 1922, pasando por el primer voto de la mujer en México, en 1955, la primera mujer gobernadora con Grisela Álvarez Ponce de León en Colima, en 1979. Finalmente, en 2024, tenemos a la primera mujer presidenta de la República.


El recorrido ha sido largo, pues han pasado más de cien años desde que la primera mujer pudo ocupar un cargo de elección popular en nuestro país, para que ahora la jefatura de Estado pueda ser ocupada también por una mujer. Habla mucho de la cultura machista y del papel tradicional que se le da a la mujer en la educación y los valores de nuestro país, pero también habla de los cambios y la apertura social, política y económica que hemos venido experimentando en las últimas décadas.


Más allá de los tintes ideológicos, la primera mujer presidenta de México es un triunfo de las mujeres, sin lugar a dudas. Deseo que esto se traduzca en cambios tangibles, y no solo en discursos ilusorios.