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La sexualidad durante el confinamiento

por Redacción
06-04-2022

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La sexualidad durante el confinamiento

La sexualidad forma parte de nosotros como seres humanos, como especie, y evidentemente también está presente, para bien o para mal, durante la situación de confinamiento que estamos viviendo.

Si esta etapa de confinamiento está afectando emocionalmente de manera diferente a cada persona, también lo hará con las relaciones sexuales. En este sentido, hay personas que durante la cuarentena están manteniendo su deseo sexual como antes, otras lo han intensificado, y también las hay que, debido a la presión a la que estamos sometidos, han visto inhibido su apetito sexual.

El sexo es salud, ya que libera tensión, mejora el sistema inmune y la salud cardiovascular; mejora el estado de ánimo, aumenta la autoestima y, si se está en pareja, promueve la intimidad emocional. Pero el actual estado de alarma está suponiendo en las personas, procesos de estrés, preocupación por la incertidumbre acerca de nuestra salud y la economía, y emociones incómodas como el miedo, la ansiedad, la ira o la tristeza. Es evidente que, ante este panorama, el apetito sexual se vea disminuido e, incluso, desaparezca.

Ahora tenemos más tiempo y podríamos pensar que es el momento idóneo para disfrutar de las relaciones sexuales, pero el sexo requiere predisposición, atención, actitud y energía, y estos son ingredientes que pueden disminuir durante la actual situación. En resumen, es normal que la libido sexual haya menguado, pero no tenemos por qué rendirnos ante esta circunstancia. Es decir, si se está en casa confinado, con buena salud, éste puede ser un buen momento para despertar el deseo sexual si es que está dormido, así como enriquecer y fortalecer las relaciones sexuales, tanto a nivel individual, como en pareja.

En la situación de parejas que conviven durante el confinamiento, para fomentar su sexualidad, es necesario en primer lugar, la conexión y la complicidad entre ellos, cuidando los detalles para que haya intimidad emocional, ya que ésta favorece el acercamiento físico y sexual. Esto no implica estar “enganchado” todo el día a la otra persona. De hecho, es mejor mantener espacios de individualidad y soledad, si la realidad familiar lo permite, para luego reencontrarse con más predisposición.

La rutina, la repetición de la misma dinámica, la falta de comunicación, etc. son elementos que juegan en contra del deseo y la sexualidad. Por ello, éste es un buen momento para hablar en pareja y proponer cambios, nuevas prácticas, o compartir fantasías sexuales. Así mismo, es importante fomentar la creatividad y la imaginación, probando nuevos “escenarios”, usando juguetes sexuales, o utilizando la literatura y el cine erótico.

En el caso de las personas que viven solas y no pueden visitar a sus “parejas sexuales”, independientemente del tipo de relación o vínculo que tengan, éste es un buen momento para disfrutar del sexo a distancia. La tecnología está ayudando a mantener relaciones sociales y en este caso, también es útil, gracias a las videollamadas o el sexting para los más atrevidos. Las relaciones sexuales pueden ser una fuente de placer también sin tener a la otra persona físicamente, y es que el órgano sexual más sensible y potente sigue siendo el cerebro.

Sea cual sea la situación personal de cada uno, este confinamiento también puede ser una oportunidad para reconectar a nivel sexual, tanto con la pareja como con uno mismo.