logo
header-add

La talla no es igual para todos

por Redacción
01-03-2022

Comparte en

Muchas mujeres en Estados Unidos sienten la presión de cumplir con las expectativas de la sociedad, particularmente en cuanto al peso. La aceptación cultural de los pesos más altos en la comunidad LGBT desafía las expectativas de los típicos programas de pérdida de peso. Las probabilidades de obesidad entre mujeres lesbianas y bisexuales es mayor que entre mujeres heterosexuales, pero es menos probable que se consideren a sí mismas con sobrepeso o que quieran perder peso. A la hora de considerar las maneras en que hablamos sobre el sobrepeso y la obesidad, a menudo no tenemos en cuenta el contexto cultural de la vida que llevan las mujeres lesbianas y bisexuales. Gracias a una investigación actual financiada por la OWH, sabemos que las mujeres lesbianas y bisexuales están más interesadas en mejorar su salud física que en perder peso; quieren sentirse saludables y estar más activas en vez de perder peso en sí mismo.

Este conocimiento ayudó a guiar la investigación a medida que pusimos en marcha nuestro nuevo estudio: Peso saludable en mujeres lesbianas y bisexuales (HWLB). La meta de la OWH fue desarrollar intervenciones nutricionales y de actividad física diseñadas para mujeres lesbianas y bisexuales de 40 años en adelante. Trabajando con cinco organizaciones de investigación que se asociaron con organizaciones de la comunidad LBGT, pudimos llegar a 333 mujeres en 10 ciudades de todo el territorio de Estados Unidos. Utilizamos el enfoque de peso saludable usado en otros entornos, con el objetivo de ayudar a mujeres mayores con sobrepeso y obesas a alcanzar un peso saludable, lo cual podría significar un menor riesgo de problemas de salud y un mejor estado de salud mental.

El programa Peso saludable se enfocó en actividades que ayudarían a las mujeres lesbianas y bisexuales a hacer un 20 % más de ejercicio, consumir un 50 % más de frutas y verduras, reducir a la mitad las bebidas endulzadas con azúcar y alcohólicas, y mejorar su salud física y mental general para una mejor calidad de vida. La pérdida de peso y la reducción de la proporción de la cintura con respecto a la estatura en un 5 % fueron metas secundarias para los investigadores y no se hizo énfasis en ellas con las participantes.

La manera en que los proyectos de la OWH presentaron las opciones saludables a las participantes fue tan importante como los cambios en sí mismos, y la OWH quería que las intervenciones tengan en cuenta las diferencias culturales.  Para ese fin, el nombre de los programas incluía eslóganes llamativos para mujeres lesbianas y bisexuales, como "ELLA, fuerte, saludable y enérgica".  En las intervenciones se eligieron imágenes orientadas a mujeres lesbianas y bisexuales durante la convocatoria y se usaron ubicaciones y gimnasios populares entre la comunidad LGBT. Además, se asignaron líderes grupales que también se identificaban como lesbianas o bisexuales, cada vez que fue posible. Las participantes eligieron los cambios en los que querían trabajar primero.

Los resultados fueron sorprendentes. El noventa y cinco por ciento de las participantes logró al menos uno de los objetivos. El cincuenta y siete por ciento de las mujeres alcanzó sus metas de actividad física; el 51 % alcanzó sus metas de aumentar el consumo de frutas y verduras; el 41 % redujo su ingesta de alcohol a un trago por día; y el 39 % disminuyó su ingesta de gaseosas endulzadas con azúcar. Estos resultados se tradujeron en un cambio de peso también. El cincuenta y ocho por ciento de las participantes perdió algo de peso, y el 19 % perdió un 5 % de su peso, la pérdida mínima necesaria para ponerlas en rangos normales respecto de riesgos y afecciones de salud física. El sesenta y cuatro por ciento advirtió una reducción de la proporción de la cintura con respecto a la altura, y el 28 % alcanzó el nivel de reducción del 5 %.

Este es el primer estudio a gran escala para poner a prueba intervenciones de peso saludable en mujeres lesbianas y bisexuales de 40 años en adelante; de hecho, es una de la únicas intervenciones de salud pública que se enfoca en mujeres lesbianas y bisexuales, y espero que no sea la última. Mediante una educación y apoyo adaptados y alentando cambios en la nutrición, actividad física y calidad de vida, se puede causar un gran impacto en la salud de las mujeres en esta comunidad. Espero que el estudio se replique en otras ubicaciones, con otros grupos raciales y étnicos, y se diseñe de manera separada para mujeres lesbianas, bisexuales y transgénero.