
Como en casi todos los deportes, en el boxeo las mujeres llegaron tarde. No fue una concesión, sino una irrupción. Una pertinaz lucha para derribar una puerta que no abrían los hombres que siempre la han controlado. Alejandra La Tigre Jiménez lo supo desde que decidió dedicarse a este oficio, que al principio fue hostil y después no ha sido equitativo con las peleadoras.
La Tigre irrumpió de una manera todavía más transgresora. A su llegada rompió una serie de estereotipos. Mujer andrógina, lesbiana y de peso completo, una categoría poco usual en el pugilismo mexicano, incluso de varones. En esa singularidad, fue la primera monarca de este país en esa división –antes que Andy Ruiz, aclara–, y años después bajó más de 35 kilos para coronarse en peso supermediano.
Sabía a lo que me enfrentaba, pero siempre tuve una buena actitud para luchar por lo que quiero y he tratado de nunca victimizarme, cuenta Alejandra a La Jornada, quien conocía lo difícil que es el boxeo con las mujeres y anticipaba que lo sería todavía más para una como ella.
Repensar el camino
Hace unos días dio a conocer un video donde anuncia su retiro a los 35 años de edad, después de un par de ellos de incertidumbre por una sanción relacionada con un dopaje que rechaza –sostiene que sus pruebas no fueron consideradas– y la marginación que asegura sufrió por parte de su promotor y los organismos a los que ha representado.
Todo eso la llevó a repensar su trayectoria y lo que ha enfrentado de manera cotidiana. La decepción que vivió estos años tras el problema del dopaje y la sanción que recibió, pero sobre todo por el sexismo, la homofobia y el abandono al que son condenadas las boxeadoras, la llevaron a elegir el retiro.
Nadie me apoyó. Ni organismos ni promotor, les puse las pruebas que avalaban mi inocencia, pero ni las tomaron en cuenta, relata.
El caso ofreció información que resultó compleja y polémica. Una prueba de orina realizada el 10 de enero de 2020 que dio positiva de estanozolol, anabólico sintético derivado de la testosterona. Una segundo test al día siguiente, el 11 de enero, esta vez en orina y sangre arrojó negativo. Ahí comenzó la contienda legal de La Tigre y es el principal argumento de su defensa.