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La triple crisis que enfrenta Reino Unido

por Redacción
01-10-2021

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Todos los mayores de 50 años recuerdan el año en que en Reino Unido la basura se amontonaba en las calles y las tumbas quedaban sin excavar. Con Boney M y Gloria Gaynor dominando las ondas de radio y Superman como la gran película navideña, no había nadie que pudiera salvar al enfermo gobierno de Jim Callaghan del colapso inminente en 1978-79. Esos famosos carteles electorales conservadores que pronto dirían que el laborismo no funciona lo resumían con una sencillez devastadora.

Dieciocho meses después de la pandemia de covid, otro invierno muy difícil parece cada vez más probable, con temores sobre un resurgimiento del virus combinado con un aumento de la inflación y una crisis energética y de la cadena de suministro.

No tenemos tantas muertes u hospitalizaciones como en oleadas anteriores, pero el inicio del invierno, junto con la naturaleza más infecciosa de la variante delta y el hecho de que muchas personas aún no están vacunadas, podrían significar más restricciones.

Cuando Boris Johnson anunció recientemente un "plan B" con más restricciones, no se descartó nada y se mencionaron como posibilidades las mascarillas y el trabajo remoto. Potencialmente, esto significa más trastornos económicos.

Durante la recuperación han surgido otros problemas económicos. Debido a que la recuperación ha sido más rápida de lo esperado en todo el mundo, los productores de materias primas enfrentan dificultades para mantenerse al día, lo que ha provocado un aumento en los precios mundiales de las materias primas.

El mayor problema son los precios del petróleo y el gas, ya que los precios mayoristas del gas en Reino Unido casi se han triplicado desde principios de 2021.

El gas sigue siendo uno de los principales componentes de la combinación energética en Reino Unido, por lo que los precios para el consumidor han aumentado considerablemente.

Mientras, muchas empresas se ven afectadas. Por ejemplo, plantas de acero y fertilizantes han tenido que cerrar temporalmente y varias empresas energéticas ya han quebrado, y varias más podrían tener problemas si tienen muchos clientes con tarifas fijas y muy poco espacio para obtener ganancias con los precios actuales.

Mientras tanto, la escasez de todo, desde conductores de camiones hasta dióxido de carbono, está causando problemas en el comercio minorista y la hostelería. Vemos los estantes de los supermercados cada vez más vacíos.

El Brexit ha empeorado toda la situación porque muchos trabajadores de la cadena de suministro de alimentos procedían del continente y ya no tienen permisos para trabajar en Reino Unido.

A muchos pubs y restaurantes les cuesta permanecer abiertos, ya sea porque no pueden encontrar suficientes trabajadores o debido a la escasez de suministros. Los empleadores de industrias como la hostelería y el transporte ya tienen que ofrecer salarios más altos para atraer personal.

Los aumentos de precios y salarios están produciendo datos de inflación más altos. Si esto es o no temporal depende de las expectativas de la gente. Si la gente comienza a esperar más aumentos, como pasó en la década de 1970, cambiará su comportamiento. Las empresas subirán los precios y más trabajadores querrán salarios más altos, lo que provocará una espiral inflacionaria.

Para mantener la economía boyante en los últimos años, el Banco de Inglaterra recortó las tasas de interés a mínimos históricos y metió enormes cantidades de dinero en la economía en forma de flexibilización cuantitativa.

Si tiene que cambiar de dirección debido a una mayor inflación, esto podría tener un gran efecto en los precios de los activos, desde acciones hasta la vivienda, ya que todos han crecido por el dinero barato.

Tasas de interés más altas también tendrían repercusiones para las finanzas públicas, por lo que el canciller (de Hacienda) Rishi Sunak claramente ya está muy preocupado. Significaría que la deuda pública futura se encarece, lo que podría restringir aún más el gasto público.

Ya estamos viendo señales de que el gobierno está tomando medidas para tratar de mejorar las finanzas públicas antes de la revisión crítica del gasto de cada tres años y el presupuesto del 27 de octubre.

El impuesto al seguro nacional para financiar el NHS (el servicio de salud público) y la reforma de la atención social es un ejemplo obvio, y también lo es la decisión de no hacer permanente el aumento del crédito universal de £20 (US$27).

Estas decisiones empujarán a más personas a la pobreza, al igual que el fin del programa de ayudas (furlough scheme).