El Ejército de Estados Unidos lanzó un ataque aéreo sobre Siria la noche de este jueves. El objetivo, de acuerdo con el Pentágono, fueron instalaciones usadas por milicias respaldadas por Irán situadas al este del país, en la frontera con Irak.
La ofensiva causó la muerte de al menos 17 personas, identificadas como "miembros de las milicias pro iraníes" por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, en inglés), una organización no gubernamental con sede en Londres identificada con la oposición al mandatario sirio, Bashar al-Asad, en declaraciones citadas por France Presse.
La guerra civil en Siria, que en marzo cumple 10 años de haber comenzado, ha dejado al menos 593,000 fallecidos y ha obligado a más de seis millones de personas a buscar refugio fuera del país, que antes del conflicto sumaba una población de 22 millones de personas, de acuerdo con datos del SOHR.
La ofensiva es la primera acción militar de la Administración del presidente Joe Biden. El movimiento se interpreta como una respuesta de Washington a ataques de cohetes contra objetivos estadounidenses situados en Irak.
Si bien el ataque supone el primer movimiento del Pentágono en respuesta de los ataques en territorio iraquí, la ofensiva es "limitada", según dijeron fuentes del Departamento de Defensa a la agencia Reuters. Esto, en su opinión, reduce el riesgo de que el conflicto escale. La decisión de emprender el ataque en Siria y no en Irak permite al gobierno iraquí mantener su investigación sobre los cohetes que hirieron a soldados estadounidenses el pasado 15 de febrero.
El portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, aclaró que la respuesta militar emprendida por la Administración Biden había sido "proporcionada" y añadió que "se llevó a cabo respetando las medidas diplomáticas y tras haber consultado a los países que permanecen en coalición con Estados Unidos sobre territorio iraquí.
"Fuerzas militares estadounidenses lanzaron esta noche ataques aéreos contra infraestructura usada por milicias respaldadas por Irán en el este de Siria", afirmó Kirby en el comunicado. La ofensiva de Washington ha alcanzado a instalaciones situadas en puntos fronterizos en esa región siria.
Los ataques con cohetes contra las posiciones de Estados Unidos en Irak han ocurrido mientras Washington y Teherán buscan una forma de reanudar el acuerdo nuclear de 2015 abandonado por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Trump intentó usar el poder militar de Estados Unidos, así como sanciones en contra de Teherán. El expresidente autorizó un ataque sorpresa el 2 de enero de 2020 sobre Irak, en el que murió asesinado el general Qasem Soleimani, uno de los hombres más poderosos del régimen iraní.
“La operación envía un mensaje inequívoco: el presidente Joe Biden actuará cuando sea necesario proteger al personal militar de Estados Unidos y de la coalición [aliada con Washington en Irak]. Se trata de una acción que tiene como objetivo reducir la situación general en el este de Siria e Irak ", explicó Kirby en el comunicado difundido esta noche.
La Administración Biden condenó el ataque con cohetes contra objetivos estadounidenses situados en una región cercana a Erbil, la ciudad más poblada de la región semiautónoma controlada por los kurdos en Irak, ocurrido el 15 de febrero. Kirby dijo el martes que las autoridades iraquíes se encargarían de identificar a los responsables. El sitio del ataque se sitúa en el norte del país: el Kurdistán iraquí, que concentra un tercio de la producción petrolera del país, tiene zonas fronterizas con Irán (al este), Turquía (norte) y Siria (oeste).
Una milicia chíita, que en árabe es conocida como Saraya Awliya al-Dam (árabe para "Guardianes de la Sangre"), se atribuyó la responsabilidad del ataque. Irán, por su parte, ha negado tener vínculos con el grupo.
Los cohetes lanzados hace 10 días alcanzaron la base militar de Estados Unidos ubicada en el Aeropuerto Internacional de Erbil. El ataque dejó un muerto y al menos ocho heridos, de acuerdo con el coronel Wayne Marotto, miembro de la Armada de Estados Unidos y portavoz de la coalición en Irak. Marotto entonces se limitó a aclarar que la persona que falleció era un contratista que no era de nacionalidad estadounidense, y aseguró que entre los heridos había ciudadanos de EEUU y un miembro de sus Fuerzas Armadas.
AP/UNIVISION