Con el aumento de precios al consumidor de 7.37 por ciento en noviembre, el mayor desde 2001, es más probable que el Banco de México (BdeM) sea más contundente e incremente la tasa de referencia de 5.0 a 5.5 por ciento el próximo jueves, prevén analistas económicos.

Félix Boni, director general de Análisis Económico de la calificadora HR Ratings, es uno de los que vaticinan lo anterior, pues debido al dato de inflación de noviembre, el banco central sería más contundente.

"En los años anteriores, el alza de la tasa de referencia antes estaba por encima de la inflación y ahora vemos que es al revés. Esa situación no es exclusiva de México, es mundial, pero sí se han tenido políticas laxas, por lo menos medidas en las tasas de referencia reales, y para finales de 2022 las tasas se ubicarían en 6.25 por ciento, para tener rendimientos reales y tener un poco de atractivo con respecto a las tasas de la Reserva Federal (Fed)", explicó Boni.

Para Alejandra Marcos, directora de Análisis de Intercam Casa de Bolsa, la autoridad monetaria aplicaría otra alza a la tasa de interés para llevarla al menos a 5.25 por ciento, aunque no descarta un movimiento más agresivo, en un momento en el que la retórica del banco podría tornarse más agresiva por la consistencia en las sorpresas de la inflación.

Eduardo Suárez, vicepresidente de análisis económicos para América Latina de Scotiabank, prevé un aumento de 0.25 por ciento en la última reunión de política monetaria del año y del gobernador Alejandro Díaz de León, el 16 de diciembre, a 5.25 por ciento, "con riesgos de un mayor ritmo, pues creemos que al menos un miembro de la junta podría votar por un alza de 50 puntos".

El objetivo del banco central es contener las expectativas de inflación y frenar la escalada de precios.

La creciente inflación mundial está desatando la normalización de la política monetaria después de la pandemia, por lo que los agentes económicos estarán expectantes del mensaje que cinco grandes bancos centrales van a lanzar sobre sus políticas monetarias esta semana.

El miércoles la Fed anunciará su decisión de política monetaria, se espera que anuncie la aceleración del tapering (reducción rápida de liquidez) y, junto a ello, publicará nuevos estimados macroeconómicos de gran interés para los mercados. La atención de los inversionistas estará en las proyecciones de tasas de interés para 2022, ya que si el retiro del estímulo de compra de bonos termina antes de lo esperado, el alza de tasas de referencia se adelantaría.

Para el jueves se espera que el Banco Central Europeo sólo confirme que no extenderán más allá de marzo el programa de compras de emergencia. También los bancos de Inglaterra, de Suiza y de Japón terminarán el año monetario y se prevé que no anuncien movimientos.