Los ciudadanos evalúan a sus gobiernos a partir de su capacidad para resolver problemas. En nuestro país las carencias y las necesidades son tantas y tan diversas que es difícil de priorizar qué es lo más importante a solucionar. Por ello, depende del orden de importancia con la que atienda el gobierno estos temas, así como su capacidad de respuesta, la buena o mala evaluación del mismo.