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LAS RELACIONES INTERNACIONALES DE MÉXICO.

por TOMÁS BUSTOS
09-02-2025

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La vida de México en el contexto de las naciones, se ha caracterizado por su vocación pacifista. Esta conducta ha permeado a todo tipo de relaciones internacionales y a la regulación de la vida pública de la nación.

 El Estado mexicano, ha sido en el transcurso de la historia, ferviente defensor de principios en los que basa el ejercicio soberano de sus funciones, en el plano internacional. Los principios fundamentales datan de la presidencia de Benito Juárez, quien formuló la reconocida expresión: ”entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” este principio sirve de base para la afirmación implícita, que establece la solución pacífica de las controversias entre países, sosteniendo el principio soberano de la auto determinación y no intervención en los conflictos internos por parte de otros Estados.

Nuestro país, ha demostrado qué para vivir en paz, es necesario que sean las leyes y no la fuerza, el instrumento para dirimir controversias; de ese modo, se combate la tendencia del más fuerte a imponer su voluntad. “ nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho; otra forma de entender la ley como el camino más adecuado para garantizar la paz, al interior y en la relación con otros Estados.

Nuestro país, con frecuencia se ha implicado en conflictos y el apego a su cultura jurídica, le ha permitido períodos importantes de paz interior y en el contexto internacional.

En la actualidad, el desarrollo tecnológico ha contribuido a la descomunal desigualdad entre naciones, que no han podido resolver sus conflictos, derivados en situaciones lamentables, como el fenómeno migratorio, generado en parte importante, por conflictos internacionales; en los que se ha usado la fuerza y no el apego a principios que garantizan la convivencia pacífica.

El reciente conflicto de carácter económico y social, con el gobierno de Estados Unidos, ha contenido un desenlace ingrato para las dos partes, pero el equipo de gobierno de México, ha antepuesto los principios filosóficos sostenidos históricamente, para enfrentar un conflicto que de otra manera, implicaría resultados funestos a ambas naciones.

En México, la unidad en lo fundamental, parece haber prevalecido entre los actores políticos y económicos. La experiencia histórica muestra que es mejor una democracia forjada con muchos trabajos; que la injerencia súbita de personajes con ideas aparentemente convenientes, que luego se tornan en episodios lamentables. Urania es un ejemplo doloroso, que puede aún arrastrar al mundo en una aventura, cuyo desenlace no veríamos y sacrificaríamos a las generaciones emergentes.

Lograr y mantener la convivencia pacífica entre naciones, implica la actuación de gobiernos regidos por principios y no solamente por intereses económicos. La economía debe ser patrimonio social, que ayude al desarrollo material y espiritual de la población. Todos los gobiernos tienen frente a sí, rezagos que pueden avergonzarlos en una autocrítica sincera. 

La injusticia puede parecer atractiva para inhibir la falta o el delito; pero reducir la conducta a principios cavernarios, ignorando la caridad y la misericordia, lleva invariablemente a la auto destrucción.