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LeBron James vs. Cleveland Cavaliers

por Redacción
03-10-2021

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James tuvo una de las partidas como agente libre de más alto perfil en la historia del deporte estadounidense. Su anuncio se mantiene como un momento tristemente célebre. La venenosa reacción por parte de los aficionados en Cleveland se atribuyó en gran medida a la publicitada ruptura. Sin embargo, existía una excusa conveniente para acrecentar el odio dirigido a James.

Los sentimientos de los seguidores de los Cavaliers fueron una mezcla de celos (en siete años, Cleveland fue incapaz de conseguir otra figura en la cúspide de su carrera comparable con James; mientras que Miami ubicó a su lado dos estrellas con esas características, como lo eran Chris Bosh y Dwyane Wade) y traición. James jugó de forma mediocre (de acuerdo con sus exigentes estándares) en los Juegos 5 y 6 de la ronda de playoffs del 2010 en la que su equipo cayó ante los menos favoritos Boston Celtics; y a veces, parecía que James se encontraba rodeado por una densa niebla. LeBron luchaba contra una misteriosa dolencia en su codo derecho (las radiografías no mostraban daños visibles). A pesar de ello, algunos lo acusaron de haber renunciado a su equipo, consciente de que partiría dentro de poco.

Era obvio que este no es su estilo, siendo James un competidor infatigable. El jugador tuvo problemas para lidiar con la presión característica de los playoffs durante esa fase de su carrera, lo que se reflejó a la campaña siguiente en las Finales que disputó con el Heat. Eso también pudo haber influido, pero en esa época de emociones desenfrenadas no había mucha paciencia como para entender de matices.

El Heat veía en el calendario la fecha del 2 de diciembre del 2010 como si se acercase la cita para un tratamiento odontológico de conducto. La liga le dio un breve respiro al Heat, programando un partido como local en la noche previa. De ese modo, el equipo no llegó al hotel hasta después de las 2 a.m., en medio de la seguridad reforzada que permitió a los jugadores llegar rápidamente a sus habitaciones.

La arena estaba casi repleta 30 minutos antes del silbatazo inicial, por lo que la multitud presente pudo abuchear sonoramente a James durante el calentamiento. El personal de operaciones de los Cavaliers alimentaba la furia de los asistentes, mostrando reiteradamente imágenes de James en la pantalla gigante de la pizarra, para después tomar al propietario del equipo Dan Gilbert mientras se dirigía a su asiento poco antes del inicio del encuentro en medio de sonoros aplausos del público, como si fuera la previa de un choque boxístico. James miró hacia la pizarra mientras se desarrollaba todo y movió su cabeza. Gilbert publicó una carta abierta en la que fustigó a James pocos momentos después del anuncio de su partida, lo que le hizo ganarse el desprecio de la afición. Moondog, mascota de los Cavaliers, vestía un chaleco a prueba de balas falso.