Los alimentos fermentados son aquellos que han sido sometidos a un proceso de acción de determinados microorganismos presentes inicialmente en el alimento y bajo unas condiciones concretas. Estos alimentos tiene la propiedad de aportar gran carga bacteriana beneficiosa a nuestra microbiota.
Además, en nuestra lista de la compra intentaremos introducir alimentos prebióticos que nutran a estas bacterias beneficiosas
Algas y Microalgas
El alga espirulina, la clorella o el alga Kombu son alimentos muy típicos de la dieta japonesa. Se pueden encontrar fácilmente deshidratadas o en polvo. Son unos superalimentos excepcionales con grandes beneficios para la microbiota.
Cacao puro
Un alimento fermentado con alto contenido en polifenoles que ayudan al crecimiento de lactobacilos y triptófano que tu intestino y estado mental agradecerá. Uno de los mejores cardioprotectores.
Frutos secos
Nueces, pipas de calabaza, almendras, pistachos son ricos en diversos polifenoles, especialmente en eligataninos, los cuales ejercen acciones beneficiosas en la flora bacteriana. Provocan una acción antioxidante y antiinflamatoria en la pared intestinal. Es importante comerlos crudos para no degradar los polifenoles.
Shiitake y otros hongos
Fuente de vitamina D, zinc, selenio y sobretodos los prestigiosos betaglucanos que se activan en el intestino favoreciendo la estimulación del sistema inmunológico, el crecimiento de la flora beneficiosa y el control de cepas oportunistas y perjudiciales.
Kefir
Una bebida tradicional del Cáucaso con propiedades próbioticas superiores al yogur convencional. Aporta gran cantidad de microorganismos y lo más importante si no deseas consumir lácteos puedes hacer tu propio kéfir de agua con el sabor que más te guste.
Crukrut o Kimchi
Son alimentos vegetales que han sufrido el proceso bacteriano de fermentación. Además de aprovechar sus virtudes culinarias ambos son una excepcional fuente de próbiotico natural. El Kimchi, típico de Korea, presenta más de 20 microorganismos beneficiosos diferentes en su composición. Una joya para la microbiota.