logo
header-add

Lo bueno de lo malo

por Federico Berrueto
09-09-2025

Comparte en

El arribo al poder de Donald Trump en su segunda presidencia representa el cambio más abrupto y trascendente para EU y el mundo desde la segunda guerra mundial. El orden de cosas no será igual después de los cuatro años de Trump en el poder. La renuncia de EU a su cometido social significa muerte y pérdida en muchos sentidos. También un deterioro de la racionalidad en términos de legalidad, derechos humanos, libertades y coexistencia de la pluralidad y diversidad social. Lo es para la abrumadora mayoría de los norteamericanos y para todos los demás países. Desde luego, el impacto será desigual y está por verse la evolución de los acontecimientos, pero el quiebre ya es realidad.

Lo bueno de lo malo es que el abandono del liderazgo ideológico de los norteamericanos propicia que los gobiernos de los países deban asumir su responsabilidad en sus propios términos. La desconfianza hacia EU es insuperable al menos por un buen tiempo, y cada nación o en asociación con otras habrá de cubrir el vacío que deja Norteamérica.

Se trata de un proceso positivo, pero no del todo. El cambio será favorable de suscribirse los valores de civilidad, libertad y democracia que han animado al mundo occidental desde la derrota de los totalitarismos. Sin embargo, no es muy alentador la alianza entre Rusia, China, Corea del Norte y, lamentablemente, India. Rusia y Corea no son potencias económicas, sí militares, además con armas nucleares. India es una democracia, con insuficiencias, pero la hostilidad de Trump los ha llevado a aproximarse a Rusia y a China, su enemigo. Algo semejante ocurre con Brasil, obligado por la absurda hostilidad de Trump a replantear su relación con EU.

Lo bueno de lo bueno de lo malo ocurre con claridad en Europa. Corre a cuenta de ellos defender los valores y principios de la democracia liberal y del libre comercio que EU había hecho valer hasta antes del arribo de Trump. De alguna manera también para México ha sido positivo, aunque las condiciones de dependencia económica no ofrecen mucho margen para una postura independiente, como pueden asumirlo Brasil y las naciones con relaciones económicas diversificadas. Canadá siempre ha mantenido fuertes lazos políticos, económicos y culturales con Europa, aunque la vecindad, como ocurre con México, crea vínculos estrechos por la vía del comercio y la interacción económica.

Lo más relevante para México es la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado. No es una tarea impuesta, sino la necesidad de rescatar al país de la violencia y la amenaza que acompaña ese género de criminalidad. Así lo entendió Claudia Sheinbaum y lo más relevante de su gestión, por mucho, ha sido el abandono de la connivencia que representaban los abrazos no balazos. Cabe decir que la prioridad que el gobierno de Trump ha concedido a tal lucha robustece la acción de las autoridades en el combate al crimen organizado. Queda claro que el mayor enemigo de México está dentro y la mayor amenaza afuera.

La indagatoria de la FGR contra el vicealmirante Manuel Roberto Farías y su hermano, el Contralmirante Fernando Farías, acusados de encabezar una red marítima de huachicol fiscal, reviste la mayor importancia y alienta la expectativa de llegar a las últimas consecuencias contra este muy rentable negocio criminal. La acción tiene valor por razones propias y también valida el entendimiento con las autoridades norteamericanas; no es casual que la detención del vicealmirnate Farías haya ocurrido el día previo al encuentro presidencial con Marco Rubio. La acción de las autoridades es el principio de un proceso, falta dar con la importación terrestre y con una amplia estructura de operación y complicidad que podría involucrar a figuras relevantes del gobierno, empresas e instituciones financieras.

Lo que ha trascendido es la corrupción “abajo” y el valor de los sobornos es ridículo respecto a los ingresos ilegales. Las cantidades son abrumadoras y los inculpados hasta ahora no son los líderes ni los jefes del negocio criminal.

Queda claro el error monumental del presidente López Obrador de haber involucrado a las fuerzas armadas en tareas de gobierno ajenas a su razón de ser.

Por lo pronto, el huachicol fiscal demuestra la venalidad en la Marina, la que hasta antes del obradorismo tenía bien ganada su imagen de confiabilidad, lealtad e integridad. Todo apunta a responsabilidades de mayor jerarquía; además, ¿a dónde fueron los miles de millones de pesos asociados al huachicol fiscal? ¿así hubieran actuado las autoridades mexicanas sin la presión de EU? Lo bueno de lo malo.