logo
header-add

López Obrador y la Iglesia

por Redacción
03-11-2022

Comparte en

El presidente de México mantiene distancia con el poder eclesiástico, cada vez más crítico con su Gobierno, pero cuida no desgastar la simpatía del electorado en un país rotundamente católico.

El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha definido a sí mismo como un político de izquierda. También como cristiano. El gobernante que tanto admira a Benito Juárez, quien promulgó en 1859 las leyes de Reforma que instauraron en México el Estado laico, lleva en su cartera una imagen de la Virgen de Guadalupe, también llamada Morena, una elocuente evocación al nombre del partido que él fundó en 2015. Los guiños del mandatario a la religión católica, rotundamente mayoritaria en México, han sido constantes desde el comienzo de su proyecto político, en una muestra más de su proverbial agudeza para detectar las palancas electorales del país. Cerca de los votantes católicos, mantiene sin embargo una distancia con el episcopado, cada vez más crítico con su Gobierno. El último capítulo ha tenido como protagonista a la reforma electoral del presidente, censurada con dureza por la Conferencia Episcopal.