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Los bancos centrales siguen en el radar de los inversionistas

por Redacción
15-12-2022

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Los bancos centrales siguen en el radar de los inversionistas, luego del anuncio de tasas de interés de la Reserva Federal (Fed), y este jueves con las decisiones del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de México (BdeM), principalmente, por lo que los mercados ceden en la apertura.

El Banco Central Europeo (BCE) redujo el ritmo de la subida a 0.50 puntos porcentuales, pero augura tasas "significativamente" más altas.

Mientras tanto, a medio día, el banco central mexicano anunciará su política monetaria. El mercado descuenta una alza de 0.50 puntos porcentuales, a 10.50 por ciento, pero espera nuevas pistas.

En la apertura, el peso mexicano se deprecia 0.84 por ciento, para operar en alrededor de 19.7655 unidades por dólar.

El índice del dólar, el DXY, que mide el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas internacionales, se deprecia marginalmente 0.02 por ciento, a 103.40 unidades.

Los mercados accionarios estadounidenses tienen una apertura negativa de las bolsas, afectadas por la postura hawkish de la Fed y una andanada de aumentos en las tasas por parte de otros bancos centrales en el mundo.

Los índices estadounidenses caen más de 1.50 por ciento.

En Europa, las bolsas observan pérdidas generalizadas después de que el Banco Central Europeo aumentó la tasa de interés de referencia a 2.50 por ciento, a la vez que previó aumentos significativos en el futuro y anunció un plan para reducir el balance.

El Banco de Inglaterra hizo lo propio. Llevó la tasa a 3.0 por ciento, además de señalar que el Reino Unido está en recesión. El Banco Nacional de Suiza también aumentó en 0.50 puntos porcentuales su tasa de referencia, a 1.0 por ciento, mientras que el Norges Bank lo hizo en 0.25 puntos a 2.75 por ciento.

Los futuros del crudo WTI operan ligeramente a la baja, lo que detuvo un repunte de casi 9.0 por ciento observado en las últimas tres sesiones, ya que los datos decepcionantes de la producción industrial de China se sumaron a las preocupaciones sobre una recesión inminente en Estados Unidos.