
Los asaltos en carreteras son el costo oculto de hacer negocios en México. Los robos en autopistas ya no son cuestión de mala suerte. Los delincuentes están tan bien organizados que eligen cuidadosamente qué cargamento vale más la pena interceptar.
Si se trata de un tráiler que lleva tequila de exportación, electrónicos, celulares o tenis de marca, es casi seguro que estará en la mira del crimen organizado en México.
Detrás de cada asalto hay inteligencia, vigilancia y hasta infiltración. Según un reportaje de Bloomberg Businessweek México, muchas bandas operan con información interna. Vigilan almacenes, estudian rutas y horarios, y hasta colocan informantes dentro de las empresas logísticas para saber exactamente cuándo y dónde atacar.