La sorprendente desintegración del Manchester City a última hora del partido de vuelta de la semifinal de la UEFA Champions League del miércoles contra el Real Madrid no solo le dio a Mohamed Salah el último rival que quería, sino que hizo que el camino del Liverpool hacia un cuádruple improbable e histórico se sintiera no solo razonable sino algo probable.

Esto se debe a que, además de que el Liverpool ganó seis partidos, el estado emocional del Man City después de la muerte de sus sueños de temporada se ha visto sumido en el tumulto. No es que el Man City no sea un gran favorito para ganar el resto de sus partidos, sino que docenas de personas, desde los jugadores del equipo hasta los más altos, lidiarán con los efectos de soplar una ventaja de dos goles en el minuto 90 ante el Madrid.

Pero, ¿dónde se ubica la idea de que el City gane cuatro partidos consecutivos de la Premier League en comparación con cada uno de los seis partidos del Liverpool que quedan en su expediente?

Los sueños cuádruples del Liverpool no caminan por un camino fácil, y bien pueden requerir que los seis sean victorias.