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Los sindicatos no pueden negar que el mundo está cambiando

por Redacción
04-04-2023

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Los sindicatos no pueden negar que el mundo está cambiando. La era digital no sólo representa la posibilidad de automatización en algunos empleos, sino en general la modernización de la cadena de suministro global y la manera en que se comunica y estructura la organización gremial, explica Stephen Cotton, secretario general de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés).

Seguro de que existe un renacimiento del movimiento sindical en el mundo, propulsado por la frustración que generó la pandemia, sobre todo en trabajadores de sectores esenciales, así como la posterior inflación que desencadenó la invasión rusa a Ucrania, Cotton subraya que la democracia y transparencia deben tomarse como timón para renovar el movimiento sindical.


Renovar los viejos acuerdos

En entrevista con La Jornada, considera que México se encuentra en esa coyuntura de renovar los viejos acuerdos sindicales, cercanos al poder político y a las empresas. “Queremos representar a los trabajadores, pero probablemente ninguno de los antiguos sindicatos mexicanos (…) encajaría en ese modelo. Así que podríamos necesitar construir nuevos sindicatos”, adelanta.

El líder de la ITF, una federación que agrupa a 700 sindicatos de 153 países, y a 20 millones de trabajadores y trabajadoras, advierte que, en general, hay un renacimiento del movimiento sindical en el mundo. “Creo que es particularmente en las áreas afectadas por la pandemia, donde la gente tuvo que ir a trabajar (…). Estamos viendo en el norte global un aumento en el número de sindicatos derivado de la primera línea que destacó con la pandemia”.

Agrega: “las personas que hicieron el mayor sacrificio (durante los confinamientos) ahora están ganando significativamente menos por la devaluación del dinero en sus manos, por la inflación, por el costo del combustible, por el aumento de los alimentos. Están muy frustrados”. A este motor del movimiento sindical se suma un desencanto con los políticos, que también con la pandemia evidenciaron “su falta de liderazgo”.