La bomba soltada por el periodista Brian
Windhorst sobre la posibilidad de ver a Stephen Curry
jugando junto a LeBron James en los Lakers a partir de 2022 ha sacudido los cimientos
de una NBA que vería con este movimiento el culmen de la tendencia actual: superequipos
que aglutinan a todas las estrellas de la liga.
Un rumor que ha hecho reaccionar a los Golden State Warriors que están dispuestos a todo con tal de retener al jugador que cambió la historia de la franquicia. De
hecho el equipo ha reconocido que ya mantuvo conversaciones para firmar una extensión del contrato del jugador por tres temporadas y 156
millones, pero fue el propio Curry quien aparcó la negociación.