El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, propuso
convertir a la petrolera estatal PDVSA en una segura proveedora de gas a México
ante los problemas de suministro desde Texas que ha sufrido el país.
Maduro dijo que "las puertas de Venezuela están
abiertas a la inversión petrolera" de Estados Unidos, país que le impuso
un embargo energético en 2019 como parte de una batería de sanciones para
propiciar su caída.
"Arcaron con misiles el corazón de la economía
venezolana de manera cruel por la vía de la prohibición de las actividades y la
restricción a todas las empresas petroleras del mundo y particularmente a las
empresas estadounidenses", dijo Maduro en un acto transmitido por la
televisión oficial.
"En la onda de la Ley Antibloqueo" --le otorga
poderes extraordinarios para sortear las sanciones de EEUU--, "en la onda
de nuevos contratos beneficiosos para la República y para los inversionistas
internacionales estamos procediendo a avanzar en la negociación con empresas
del mundo entero", añadió.
"De Turquía, de la India, de China, de Rusia... de
Europa y quiero decirle a los inversionistas de los Estados Unidos de
Norteamérica (...) que las puertas de Venezuela están abiertas para la
inversión petrolera, gasífera, petroquímica (...) para trabajar en una sociedad
ganar-ganar".
El gobierno del presidente Donald Trump (2017-2021)
incrementó las sanciones económicas contra Caracas en enero de 2019, cuando
Maduro asumió un segundo mandato hasta 2025, resultado, según Washington, de
elecciones fraudulentas.