José Luis Camacho Acevedo
Después de que varios líderes de opinión, atendiendo a los shows protagonizados tanto por Claudia Sheinbaum (que se llevó el apoyo de las graderías populares llevadas al Auditorio Nacional con motivo de la celebración del tercer aniversario del triunfo de AMLO en las presidenciales de 2018) y que coreaban frenéticos en cuanto escucharon el nombre de Claudia !Presidenta! !Presidenta!) y del inerme de Mario Delgado que se llevó más rechiflas y abucheos que un torero al que se le regresa el astado a los corrales por fallar en la suerte de matar, dijeron que mientras destapaban a la Sheinbaum el Canciller Marcelo Ebrard se encontraba a casi 10 mil kilómetros de distancia.
La respuesta obvia es que Marcelo estaba cumpliendo importantes tareas como Canciller de México.
Pero la grilla es la grilla y la calentura de la sucesión presidencial se vive y se siente aunque medien 10 mil kilómetros de distancia.
El destape de Claudia realizado por su banda en el Auditorio Nacional no alteró para nada las principales encuestas que van midiendo a los presidenciables de Morena rumbo al 2024.
Apenas el 3 de julio la revista especializada Campañas&Elecciones publicó su más reciente sondeo sobre las calificaciones que tienen los prospectos.
En esa medición Claudia y Marcelo siguen en un empate técnico con apenas punto y medio de ventaja de la Jefa de Gobierno de la CDMX sobre el titular de la SRE.
Ni el destape de Claudia ni la paliza a Mário Delgado, a quien siguen calificando como un peón de Ebrard, lograron alterar los momios.
Mi amigo Roy Campos ubica en tercer lugar al senador Ricardo Monreal y hace especial consideración de Zoe Robledo.
Algo debe saber el informado y colmilludo de Roy para meter a Zoé en la pelea.
Ni hablar, la sucesión presidencial 2024 ya se calentó.