En los últimos seis años la cobertura de microseguros ha incrementado en México. En 2016 se contabilizaban 10.3 millones de asegurados y para 2022 el número ascendió a 16.5 millones, informó la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

Según la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), los microseguros son un producto contra riesgos específicos, que mediante primas de bajo costo se enfoca al segmento de la población vulnerable cuyo patrimonio podría ser impactado tras la ocurrencia de un siniestro, lo cual, en la mayoría de los casos, genera costos sociales que generalmente son cubiertos por el gobierno.

“Los microseguros son de los esfuerzos que hemos hecho para tratar de llegar a más familias, a una porción de la población que difícilmente tenía acceso a estos productos y que sin duda cambian la vida de las personas”, mencionó Norma Alicia Rosas, directora general de AMIS.

Una de las razones del crecimiento de su cobertura, puntualizó, es su diseño sencillo y de fácil entendimiento para las personas, ya que sus beneficios están bien definidos al momento de contratarlo.

Además, se venden a través de canales de distribución no tradicionales y que tienen bajo costos de transacción; incluyendo redes bancarias, de microfinancieras o comerciales. Asimismo, se caracteriza por ser un primer acercamiento al mercado financiero, generando sinergias con otros productos y servicios.

Otra ventaja es que el pago de siniestros es prácticamente inmediato y con requisitos mínimos. A la par, se puede realizar a través de diferentes formas: deducida del pago de créditos, de cuentas bancarias de ahorro, en recibos de pago de otros servicios o cobrada mediante intermediarios no tradicionales.