Como consecuencia de la menor producción nacional, más de la mitad del consumo de granos básicos de la población mexicana depende de importaciones, en un contexto de precios internacionales elevados, lo que ha provocado un gasto sin precedente en la adquisición al extranjero de estos productos esenciales.
Datos recopilados por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) indican que entre enero y septiembre de 2022, el consumo aparente de granos como maíz, trigo, sorgo, soya, arroz y frijol ascendió a 41 millones 909 mil toneladas métricas, mientras en el mismo periodo las importaciones fueron de 22 millones 944 mil toneladas.
Esta cifra significa que 54 por ciento de los granos que consume México, ya sea para alimento humano, animal o en la industria provienen del extranjero.
Dichas cifras se dan en un contexto en el que de acuerdo con el GCMA, con base en datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), la producción cayó 1.9 por ciento en el último año, al pasar de 20 millones 387 mil toneladas métricas en los primeros nueve meses de 2021 a 20 millones de toneladas en igual lapso de 2022.
A su vez, la baja en la producción de granos básicos es consecuencia de una menor superficie destinada a la siembra, pues según el organismo entre enero y septiembre de 2021 el área cosechada fue de 4 millones 766 mil hectáreas, mientras en igual lapso de este año fue de 4 millones 603 mil hectáreas, una caída de 3.4 por ciento.