Tras las revisiones a la baja que han hecho diversas instituciones y organismos a su estimación de crecimiento para México, en donde incluso algunos apuntan que la economía mexicana crecerá menos de 2% este año, se espera que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) realice diversos ajustes a las variables macroeconómicas, en donde destacarán el PIB y la inflación.

Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis Económico de Monex, indicó que ante los sucesos que se han presentado en estos tres primeros meses del año – tensiones en Europa y alza en los precios del petróleo–, el gobierno no tiene más que cambiar el marco macroeconómico a uno más adecuado a la realidad que se está viviendo, donde un crecimiento de 4.1% como se había planteado ya no será alcanzable.

“El escenario ha cambiado, de manera muy importante en comparación con el 2021, cuando se hicieron las estimaciones para el Paquete Económico 2022. Esperamos revisiones en el marco macroeconómico y en algunas variables fiscales”, detalló.

En este sentido, Alejandra Macías, directora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), señaló que se esperan variables más realistas que consideren los sucesos de los últimos meses, así como los altos niveles de inflación que, probablemente, puedan desacelerarse en el segundo semestre del año.

Hoy, la secretaría de Hacienda entregará los Precriterios Generales de Política Económica 2023, donde se espera una modificación del marco macroeconómico para este año ante las nuevas condiciones, así como un primer vistazo a las proyecciones del 2023.

Dudas sobre gasto

Al modificar las variables macroeconómicas, queda duda de si el gobierno también revisará a la baja su pronóstico de gasto público o bien, lo quiera mantener.

Anteriormente, Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, adelantó que se modificaría las variables macroeconómicas; sin embargo confío en que se mantuviera “anclada” la base con la que se construyó el Paquete Económico de este año.

“El crecimiento depende mucho de la inversión que se haga. Si no logramos ese nivel de crecimiento se genera más incertidumbre e inhibe la inversión, lo que puede pegar en varios rubros: menores ingresos por menos consumo, menos puestos de trabajo, o menos pago de impuestos por salarios. Se vería complicado llegar a esas metas”, mencionó Alejandra Macías.

Agregó que, en caso de querer asegurar el gasto de 7.08 billones de pesos con la modificación de variables, el gobierno deberá incurrir a un mayor endeudamiento al aprobado para este año.

De acuerdo con la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2022, se aprobó un techo de endeudamiento interno de hasta 850,000 millones de pesos, así como 3,800 millones de dólares de endeudamiento externo.

Además del PIB y la inflación, las analistas expusieron que habrá otras variables que se tendrán que modificar, como las tasas de interés y el precio del petróleo.