México acogerá pruebas clínicas en una fase avanzada de vacunas contra la COVID-19 que desarrollan compañías estadounidenses y chinas, dos de las cuales podrían fabricar en parte esos productos en la nación latinoamericana, dijo el martes la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La firma de Estados Unidos Janssen Pharmaceuticals, filial de Johnson & Johnson, y Walvax Biotechnology Co Ltd y CanSino Biologics Inc., de China, acordaron con el Gobierno realizar en el país pruebas de fase III del protocolo para la vacuna, dijo el canciller Marcelo Ebrard.
México, que con 53,000 muertes es la tercera nación con más decesos asociados al coronavirus en el mundo, ha recibido en los últimos meses toneladas de equipos y utensilios médicos de Washington y Pekín para contrarrestar la pandemia.
Ebrard dijo que entre septiembre y enero se llevarían a cabo cuatro de esos ensayos clínicos, sin dar más detalles, y explicó que el Gobierno trabaja con otras 15 compañías para llegar a más acuerdos de esa índole con el objetivo de que la nación tenga acceso a tiempo a la vacuna.
La cancillería dijo, además, que CanSino y Walvax están interesadas en fabricar el producto en territorio mexicano para su distribución en el mercado latinoamericano.
Según el presidente Andrés Manuel López Obrador, su gobierno dispone de un fondo de hasta 100,000 millones de pesos (cerca de 4,500 millones de dólares) para adquirir dosis.
En el planeta se desarrollan actualmente más de 150 vacunas contra la COVID-19, con 28 en pruebas clínicas en humanos, según la Organización Mundial de la Salud, y Rusia anunció el martes la aprobación de una, tras menos de dos meses de tests en personas.
Ebrard informó a finales de julio que México participaría en la fase III los ensayos de la francesa Sanofi, y el martes agregó que colabora con el Reino Unido y Alemania para promover un acceso universal a esos antídotos.
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