José Luis Camacho Acevedo
Ante tantas problemáticas que actualmente esta padeciendo México y la población, debido a la llegada con fuerza de la cuarta ola de covid-19, así como la inflación más alta de los últimos 20 años y con ello la acentuación de la crisis económica, la realidad es que la consulta de revocación de mandato es algo que a muchos mexicanos tiene sin cuidado.
Sobre todo, después de conocer el enorme derroche de recursos que se erogarán para su ejecución, al respecto, ayer el Instituto Nacional Electoral (INE) presentó a la Secretaría de Hacienda una solicitud de recursos adicionales por un monto de mil 738 millones 947 mil pesos, para sumarlos a los recursos con los que ya se cuenta, derivados de varios ajustes, para realizar la Revocación de Mandato.
Previamente, el INE ha realizado ajustes presupuestales adicionales para reducir el costo del ejercicio de 3,830 a 3,306.73 millones de pesos; además, mediante ajustes a proyectos institucionales se destinaron 64.4 millones de pesos que se suman a los 1,503 millones ya disponibles; sin embargo, estos recursos resultan insuficientes para organizar una consulta con todas las características y número de casillas que se determinan en la legislación.
Por su parte, la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de la Función Pública presentaron este jueves el plan de austeridad para el INE orientado a generar recursos para la consulta de revocación de mandato.
El plan contempla reducciones en sueldos y salarios, gastos de operación y fideicomisos que dan un total de 2 mil 972 millones de pesos de ahorro, por supuesto, que el INE ya le respondió que esas partidas presupuestales son inamovibles.
En el círculo rojo de la 4T se sigue considerando que el INE tiene los suficientes recursos para que se lleve a cabo una consulta de dimensiones nacionales con el presupuesto que tiene aún con el recorte de casi los 5 mil millones que le hicieron los legisladores, el año pasado.
El INE insiste en que se requieren ahora casi mil 800 millones para que se lleve a cabo el desempeño popular en torno a una revocación de mandato.
La sociedad, ciertamente estaba interesada en principio en acudir a las urnas especiales para el caso de la multicitada revocación, nuevamente ha sido abrumada por la sobreinformación de carácter político que se ha producido en las últimas semanas.
Pero luego de una larga lista de problemas, debates y diferendos nacionales ya se le están quitando atención al móvil original de la Revocación de Mandato.
Y la verdad es que si se sigue perdiendo interés en la evaluación sobre el desempeño del presidente López Obrador a través de la consulta de si se va o se queda, la empobrecida sociedad mexicana verá con justificada desesperanza cómo se gastan 3 mil 306 millones de pesos en ese ejercicio mientras la pobreza crece y la inseguridad y la salud siguen siendo sus principales preocupaciones.