México dijo el miércoles que invocará la sección laboral del tratado de libre comercio firmado con Estados Unidos el año pasado, para presionar a fin de que sus trabajadores en Estados Unidos tengan acceso a la vacuna contra el COVID-19 independientemente de su estatus migratorio.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, declaró que es un derecho establecido que los trabajadores no deben estar expuestos a infecciones. Aseguró que la exclusión de cualquier trabajador mexicano de los programas de vacunación se consideraría una violación del acuerdo comercial.
El tema del acceso de los trabajadores migrantes a la vacuna atrajo la atención de México la semana pasada, luego de los comentarios del gobernador de Nebraska, Pete Ricketts. Se le preguntó al gobernador si los inmigrantes sin papeles que trabajaban en las plantas empacadoras de carne del estado serían vacunados.
Ricketts contestó: “Se supone que debes ser un residente legal del país para trabajar en esas plantas, así que no espero que los inmigrantes ilegales formen parte de la vacuna con ese programa”.
Más tarde, su portavoz aclaró en un comunicado: “No se requiere prueba de ciudadanía para la vacunación”.
Sin embargo, a algunos grupos de defensa de los inmigrantes todavía les preocupa que este tipo de mensajes desalienten a las personas que residen en Estados Unidos sin documentos a vacunarse.
Ebrard agregó que espera que los sindicatos estadounidenses apoyen a México en el tema.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, visitó Washington, D.C., en julio para firmar el nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá.
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