
La semana pasada, el gobierno de México asestó otro golpe más a la estructura del grupo criminal de Los Chapitos.
Se trató de la detención de Néstor Isidro Pérez Salas, alias el Nini, considerado jefe de sicarios de los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán. Su captura, el pasado 22 de noviembre, es el segundo impacto que recibe la célula delictiva en 2023, pues en enero el líder narco Ovidio Guzmán, el Ratón, fue arrestado por el gobierno mexicano y poco después extraditado a Estados Unidos.
Un destino similar podría afrontar el Nini, quien tiene cargos en dos Distritos de Estados Unidos por el delito de tráfico de fentanilo, uso de armas y amenazas a enemigos.
Los Chapitos, el objetivo a derribar
Aunque funcionarios estadounidenses consideran que el arresto del Nini no fue trabajo de las autoridades mexicanas, sino más bien una traición de su jefe Iván Archivaldo Guzmán, la captura de la estructura principal de Los Chapitos se ha convertido en un blanco para las autoridades.