Además de los múltiples acuerdos con farmacéuticas internacionales, México trabaja en sus propios proyectos de vacuna anticovid, que desarrollan varias universidades y según sugerencia de las autoridades podría llamarse “Patria”.
Con recursos limitados y avances más lentos que los países y las farmacéuticas que diseñaron y ya producen vacunas en el mundo, el Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), entre otras, avanzan en sus investigaciones.
Las dos primeras tienen como objetivo llegar a fin de año con una vacuna lista, y la tercera asegura ya contar con la misma.
Las tres instituciones tienen un propósito común: ofrecer una vacuna de bajo costo.
Vamos más despacio en el desarrollo porque tuvimos que adquirir muchos materiales para iniciar la investigación, lo que demoró las cosas”, dijo este martes en entrevista con Efe la coordinadora de la investigación del IIBm de la UNAM, Edda Sciutto.
“Si conseguimos los recursos necesarios, en octubre esperamos tener una vacuna nacional”, añadió.
Para la experta en investigación biomédica básica por la UNAM “disponer de una vacuna nacional en medio de una circunstancia como la que estamos viviendo (pandemia) es un asunto de seguridad nacional”, añadió.
México suma más de 2,13 millones de contagios y más de 190 mil muertos, siendo el tercer país del mundo por número absoluto de decesos.
El país fue uno de los primeros países en iniciar la vacunación de COVID-19 el 24 de diciembre con el fármaco de Pfizer y BioNTech, pero hasta ahora solo ha aplicado 2,84 millones de dosis de cualquier vacuna, en una nación con 126 millones de personas.
Para hacer frente al rezago, México ha precomprado 34.4 millones de dosis de Pfizer, 79,4 millones de la británica AstraZeneca, 35 millones de la china CanSino, 24 de la rusa Sputnik V, y 51.4 millones de la plataforma Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, este mismo martes anunció la precompra de hasta 22 millones de vacunas adicionales de las farmacéuticas chinas Sinovac y Sinopharm.