Jaime Cárdenas Gracia, extitular del Instituto para
Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep), afirmó que su lealtad con el presidente
Andrés Manuel López Obrador y el gobierno federal no era ciega sino reflexiva,
y que ahí fue donde comenzaron los problemas.
En entrevista para Detrás de la Noticia, con Ricardo Rocha,
señaló que aunque el Presidente tenga muchas críticas contra él, lo considera
como “un buen presidente”; afirmó que no está desilusionado con la 4T, pero que
cuando ya no estás bien en un lugar, lo mejor es irse.
“Yo creo que la expectativa mía con el Presidente, con el
gobierno federal, con sus colaboradores más cercanos eran que me iba a
escuchar, que iba a matizar, exponer puntos de vista, desde luego que los pude
hacer, lo pude exponer y ellos esperaban, seguramente de mí, una lealtad que
por supuesto la realicé, fui leal con ellos, soy leal con ellos, pero mi
lealtad no era ciega, mi lealtad es reflexiva, creo que ahí comenzaron los
problemas.
“Yo exponía dudas, puntos de vista, tanto a los
colaboradores cercanos al Presidente como al Presidente mismo, y creo que esas
dudas o comentario que yo hacía no siempre gustaban”, comentó.
Explicó que el Presidente, como los políticos distinguidos,
piensan que la política es de resultados y lo que vale fundamentalmente es
obtenerlos y, aunque coincide, por su formación de abogado, él insistía en
procedimientos administrativos y en cumplimiento de normas administrativas, que
“a veces eso se veía como un obstáculo para la toma de decisiones y conseguir
los resultados”.
“Eso fue generando, en el plazo de estos tres meses, muchas
molestias, pérdida de respaldo del Presidente, que yo lamento, y fue inevitable
que se diera esa salida. Varias veces el Presidente cuestionó mi formación de
abogado, mi carácter formalista, mi insistencia en los procedimientos”,
comentó.
Cárdenas señaló que quedaron en buenos términos y reconoció
el apoyo que tuvo y su generosidad del titular del Ejecutivo.