En torno a una mesa de cantina, en una tarde de principios de otoño, departimos cuatro alegres periodistas. Bromeamos con el Brindis del Bohemio, aunque ellos eran seis, en una noche de invierno.

Platicamos de todo, pero sobre todo de la llegada de Claudia Sheinbaum al poder. Tres de nosotros ya tenemos nuestra acreditación para ser testigos de esta histórica toma de posesión, donde por primera vez asumirá una mujer, y se convertirá en la primera  Presidenta de la República. Deseamos que le vaya mejor a los medios, y a los que ahí trabajamos cuando chocábamos nuestras copas. nos enfrascamos en una gran discusión que provocó una broma de uno de ellos.

Nuestra amistad está sellada y por arriba de cualquier debate frente a cámaras, micrófonos o discusiones políticas (vale la pena la aclaración), pero resulta que la charla giraba en el viaje que hará en Navidad uno de los comensales, a las montañas de Colorado. Que si la renta de las botas, que si debe cenar aquí o allá, que no deje de hacer esto o aquello.

Pero cuando se le recomendó la compra del Pase de Temporada de Epic, para subir a lo alto de las montañas y poder deslizarse por ellas, vino la broma: no lleves tu abono de transporte de la Ciudad de México, allá no sirve. Entre risas, uno dijo que no se trataba del Cablebús.

Antes de retomar las recomendaciones al futuro esquiador, un compañero dijo: “es una maravilla el Cablebús”. Y empezó el bullying a su máxima expresión y empezaron los epítetos: chairo, naco, jodido, indio, topil….

Dos de mis amigos en su vida se han subido a un camión de la Ciudad de México, y sólo han usado el Metro para ir al Zócalo. Claro, presumen que usaron ya, el metro de París, Nueva York y Barcelona.

Ayer se inauguró la Línea 3 del Cablebús. Uno de ellos vive en Santa Fe, y seguramente nunca lo utilizará, pero mi amigo bulleado, bien documentado, ofreció datos muy interesantes: correrá de Vasco de Quiroga a los Pinos. Tendrá 6 estaciones, y parará en Metro Constituyentes, Panteón de Dolores, Charrería, Parcur/Colegio de Arquitectos y Cineteca Chapultepec/Bodega de Arte.

Tiene una extensión de 5.42 kilómetros, transportará a casi 40 mil pasajeros diarios en sus 180 cabinas, y lo más importante, los tiempos de traslado se reducirán considerablemente: de una hora y media a 20 minutos. Costará 7 pesos. 

Los dejó sorprendidos y les tapó la boca con un dato fundamental: desahogará el tráfico infernal de Constituyentes (avenida que transitan diario, dos de mis colegas bulleadores). Por esa parte está bien, concedieron los dos.

Sus prejuicios los matan, amigos, dijo mi cuate buleado. Y contraatacó: están derrotados, porque su odio a los que no tienen auto es enfermizo. ¿Cómo carajo quieren que lleguen los meseros, jardineros, plomeros, mozos y albañiles a Santa Fe? Hoy van y vienen en combis.

Ahora la clase trabajadora los verá desde arriba, mientras ustedes están atorados en el tráfico. 

COLOFÓN.-

+La línea 1 está en la alcaldía Gustavo A. Madero. Conecta a centenas de miles de pasajeros con sistemas masivos de transporte. 63 torres forman parte de su recorrido.

+La línea 2 conecta zonas de alta marginación y densidad poblacional en Iztapalapa. 

+Obtuve permiso para hablar de la anécdota, pero no de los periodistas y bohemios pecadores. Estoy seguro que los conoce. Uno de ellos está en la tv diario, y el otro en la radio, también todos los días.

POR GUSTAVO RENTERÍA

COLABORADOR

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@GustavoRenteria