
El viento forzaba a la bandera vaticana que volaba a media asta a saludar a los miles de devotos que llegaron a la Basílica de Guadalupe a honrar la memoria de Jorge Bergoglio, el papa Francisco, quien murió la madrugada de este lunes.
En la entrada central del templo, desde donde se puede ver la imagen de la Virgen de Guadalupe, un letrero rojo anunciaba a los despistados la noticia: “Descanse en paz, papa Francisco”.
Con en el órgano de fondo, las personas prendían veladoras, agitaban sus abanicos y buscaban un lugar para sentarse entre la multitud.
Las palabras de tristeza se mezclaron con los cantos de alegría de la Pascua, cuando se celebra la resurrección de Jesús, de la misma manera que el olor a incienso se entremezcló con el perfume de las señoras.
El cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, fue el encargado de dirigir la despedida al papa Francisco, aunque sus palabras no fueron de tristeza sino de agradecimiento. El cardenal aseguró que el sumo pontífice hizo mucho por la Iglesia, y pidió por su eterno descanso.
“Celebramos esta eucaristía diciéndole al Señor gracias, porque se lo lleva él en la Pascua, en la resurrección del Señor”, inició.
En el Altar Mayor de la Basílica de Guadalupe, a los pies de nuestra Señora del Cielo, se colocó una fotografía del Papa Francisco. Y unidos en oración se pidió en el Rezo del Santo Rosario por el eterno descanso del Papa Francisco.