Barbara Fredrickson Lee, psicóloga social de origen americano y profesora en la Universidad de Carolina del Norte es creadora del modelo ampliación-construcción en relación a las emociones positivas, ella elaboró este modelo para explicar la función que cumplen estas emociones, en contraposición con la función que se le atribuye a las negativas.
Y es que tradicionalmente en psicología se partía de una visión en la que las emociones sólo se podían considerar como tales si cumplían dos requisitos:
- Toda emoción se asocia, necesariamente, a tendencias de acción específicas (por ejemplo, siento miedo, puedo luchar o escapar).
- Toda emoción tiene como resultado una tendencia de acción física (siguiendo el ejemplo anterior, atacar o huir de la situación o estímulo que ha provocado esa emoción).
Fredrickson, por su parte, pone en duda ambos presupuestos argumentando que aunque las emociones positivas no conduzcan a acciones tan urgentes o inmediatas como las negativas, esto no implica que no den lugar a ningún tipo de actuación. Su modelo ampliación-construcción considera que las emociones positivas lo que provocan son cambios en la actividad cognitiva, los cuales, en un segundo momento, pueden producir cambios en la actividad física.
Fredrickson destaca también la importante función adaptativa de ambos tipos de emociones, aunque puntualiza que actúan en escalas de tiempo diferentes.
Por un lado, las emociones negativas como el miedo o la ira suscitan una reacción inmediata en una situación determinada, es decir, nos preparan para realizar una conducta de supervivencia en una situación de peligro.
Por otro lado, la función adaptativa que cumplen las emociones positivas es que ayudan a construir un conjunto de recursos personales que las personas podemos utilizar en momentos difíciles de nuestra vida. Por lo tanto, los beneficios se aprecian más a largo plazo.