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MORENA, claroscuros pseudodemocráticos

por Felipe León López
12-08-2022

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Para interpretar qué pasó en el primero de tres pasos para la renovación de todos los órganos internos de dirección de MORENA, su impacto social y político, así como tener un balance de quiénes avanzaron y tomaron ventaja rumbo al 2024, habrá de visualizar varias aristas, porque es un proceso complejo y se pueden tener lecturas equivocadas. En efecto, hay consecuencia directa al proceso de selección del candidato presidencial, pero también un mensaje a los ciudadanos que nos debe preocupar porque puede ser de largo plazo. 

Origen sucio de una consulta ensuciada

La Convocatoria al III Congreso Nacional Ordinario titulado “Unidad y Movilización” es producto de un ordenamiento del TEPJF de 2019, luego de que, por mañas, trampas y adulteraciones, el padrón de militantes fue descalificado por una y otra corriente interna de MORENA. Por eso, en los hechos, por vía netamente democrática, este partido sólo ha tenido dos dirigentes: Andrés Manuel, porque fue el fundador, y Martí Batres, quien más bien era su vicario y no por méritos propios. Los demás han sido interinos, comisionados o impuestos por “encuesta” de dudosa metodología. De una u otra razón, casi todos han salido raspados y acusados de desvío de recursos. 

En ese año, cuando parecía que la voluntad de Andrés Manuel López Obrador se inclinaba por Bertha Lujan y cuando las bases se le voltearon, les advirtió muy enojado: “Si el partido que ayudé a fundar, Morena, se echara a perder, no sólo renunciaría a él, sino que me gustaría que le cambiaran de nombre porque ese nombre nos dio la oportunidad de llevar a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública del país. Entonces no se debe de manchar ese nombre”. Fue así como avanzó el alfil de Ebrard, Mario Delgado, quien, con su pasado tecnócrata, neoliberal e itamista dejó en el camino a los viejos izquierdistas que creían tener derecho a dirigir el partido del presidente.  

Una advertencia que no fue nueva, tanto en su paso en el PRI tabasqueño como en el PRD que dirigió en Tabasco y a nivel nacional. Allá por 1998 contó en una radiodifusora de Villahermosa Juan José Rodríguez Prats – de los pocos que sí conocen bien a AMLO, porque fue su ex compañero de oficina, aunque se volvió panista con el paso de los años— que un día se encontró con López Obrador, entonces presidente nacional del PRD, en un restaurante del otrora DF. En dicho lugar también estaría René Bejarano, quien negociaba con una delegación de tabasqueños que buscaban la dirigencia del PRD estatal. Cuando se fue Bejarano a otra mesa, Juan José le preguntó Andrés Manuel “¿Cómo estás?” A lo que de inmediato respondió: “me siento hastiado”, para después rematar: “hay algo peor que los priistas; los perredistas”. Esto, en referencia a la presión que ejercían las tribus para condicionar apoyos y candidaturas. 

Por eso, y para evitar indisciplinas, la convocatoria está plagada de ordenamientos disciplinarios para todos los miembros de los congresos distritales para que se disciplinen, no critiquen, no denigren, no cuestionen a los liderazgos, ni las acciones y programas federales. Por supuesto, si esto lo ponen en práctica Morena se estaría desfondando en este momento. Nada, sólo disciplina, supeditación y acatamiento de las instrucciones superiores. El Comité Ejecutivo Nacional, bajo estas premisas, convocó para que se renueven todos los órganos internos del partido incluidas todas las carteras del CEN, a excepción de la presidencia y la secretaría general, previo a las elecciones de 2024, anteponiendo que todos los cargos de elección popular serán por encuesta (aunque ya suenan tambores de que tendría que ser por decisión de mayoría del Consejo Nacional, donde las corcholatas movieron a sus congresistas). 

Lo que pasó el 30 y 31 de julio, una consulta en que participaron 2.5 millones de ciudadanos en los 300 distritos electorales federales y más de 550 centros de votación para definir a los integrantes del Congreso Nacional y de los 32 Comités Ejecutivos Estatales, es a penas el primer paso. El segundo será el Congreso Nacional, del 17 y 18 de septiembre próximos. 

Dicen que fueron sólo 19 sedes donde fueron suspendidas las votaciones y que de éstas sólo en cinco se anularon. Hasta el 16 de agosto se conocerán los resultados oficialmente reconocidos por la dirigencia morenistas. 


¿El partido del pueblo?

A mediados de la década de 1980, siendo dirigente estatal del PRI, cuentan que Andrés Manuel López Obrador viajó a Cuba a invitación de Graco Ramírez para conocer cómo funciona “la democracia popular” del Partido Comunista de este país y que el ahora presidente de México quedó fascinado con el método de selección de congresistas y la forma en que integran los cuadros para el Buró Político, de donde se forman los y gobierno: “de abajo hacia arriba”, desde el pueblo a la cúspide del poder político. La democracia ideal en un país de partido único. 

Por ello, quiso implementar un sistema similar de disciplina, lealtad y participación popular tipo cubano en el priismo tabasqueño. Claro, los alcaldes y diputados priistas que se vieron amenazados fueron a quejarse con el gobernador Enrique González Pedrero acusando la ocurrencia de AMLO por imponer dicho modelo en el tricolor. El extinto intelectual y político atinó a decirle: Andrés Manuel, los tabasqueños no son cubanos, y el PRI es el Partido Comunista. 

La esperanza de un modelo que camine de abajo hacia arriba por encima de las élites y las dinastías ha sido un sueño guajiro del lopezobradorismo porque son éstas las que terminan por imponerse mediante los peores métodos del viejo régimen priista: clientelismo, neocoporativismo y, con presupuesto público, pues también con coacciones del voto, como ocurrió en lamentables imágenes de acarreo de ancianos. 

La convocatoria se dejó abierta para que “todas las personas Protagonistas del Cambio Verdadero y simpatizantes del Movimiento Regeneración Nacional podrán participar en este proceso de organización interna, ya que, Morena es un partido abierto y plural, que pertenece al pueblo de México. Por tanto, se reafirma que no puede haber grupos ni sectarismos, porque Morena solo le pertenece al pueblo de México”, lo cual fue leído como una señal de apertura, por unos, pero de afiliación forzada masiva por otros. 

Las élites sociopolíticas (esas que lo mismo fueron figuras determinantes del PRI, PAN y PRD), los jefes del partido y las tribus morenistas fueron imponiendo sus nombres y ganando congresistas con el fin de aplicar la clásica “aplanadora” para que fueran los mismos de siempre los elegidos como consejeros, dejando “para la otra” a muchos ingenuos que creyeron tener un espacio por méritos propios o por representación de sus organizaciones. Entonces, el pueblo, ese sólo sirve para irles a engordar la cuenta. 

Las oposiciones no existieron ni existirán en la 4T

Ciertamente, la construcción de un auténtico partido democrático en México, porque siempre están presentes y vigentes las mañas que se aprendieron desde antes del PRI, PRD y Morena. Si bien apuntan que hubo pocas irregulares, las cuales fueron magnificadas por distintos medios y redes sociales, tampoco deben minimizarse porque no debe existir ninguna, ninguna práctica vieja que ya los mexicanos repudiaron y condenaron con su desprecio al PRI y al PRD, principalmente.

Sin embargo, aun cuando el desgastante proceso apenas inicia, del otro lado de la banqueta no hay nada, ni una sombra, ni una figura que capitalice esta situación. Son más fuertes los operadores de las redes sociales, periodistas no militantes y hasta ciudadanos indignados los que elevaron la voz para alertar el grave espectáculo que se presentó en las filas morenistas. 

Las oposiciones, por supuesto, celebran las imágenes y el espectáculo de una disputa en la que ni siquiera existen como referencia. Queda claro que la discusión política en México ya no es entre gobierno y oposición, es entre las distintas líneas de Morena, porque como antaño, en el partido del gobierno, se dirimen los proyectos de país. 

De ahí que los protagonistas de todo el espectáculo del fin de julio hayan sido los gobernadores, alcaldes, legisladores y jefes de las corrientes internas que se dieron con todo.

Las corcholatas se acomodan para el 2024

La Convocatoria al III Congreso Nacional Ordinario titulado “Unidad y Movilización” expuso que el método de selección de sus candidatos tendría que ser por encuestas, como fue la instrucción presidencial, a lo que sólo Ricardo Monreal había objetado. Bueno, pues después del saldo de la elección de los congresistas nacionales y aún sin conocerse el resultado final del pasado proceso (que ocurrirá hasta mediados de agosto), la principal interesada en que sea por decisión del Congreso es Claudia Sheinbaum, pues confía que sus aliados en la CDMX y los estados donde estás las gobernadoras sean mayoría. 

Habrá de esperar cómo vienen los ajustes y decisiones en el Consejo Nacional compuesto por 300 consejeros y consejeras nacionales, pues de no alcanzar acuerdos y si los golpes internos continúan, tal cual en su pasado perredista, quizá AMLO desempolve la advertencia de abandonar al partido, llevarse a su corcholata favorita y fundar un nuevo instituto político en el cual, por fin, su sueño de partido del pueblo y para el pueblo sea real y no una simulación.


Contacto: feleon_2000@yahoo.com