El pianista norteamericano de origen judío Leon Fleisher, que durante décadas tocó únicamente con la mano izquierda a causa de una grave lesión en la derecha, ha fallecido este domingo en un hospital de Baltimore a los 92 años, según ha informado su hijo Julian en un tuit publicado hace unas horas.
"Mi padre murió hoy. El último de su clase, fue un monje que trabajó en la Iglesia de la Música», dice su hijo, quien recomienda en el mismo tuit la lectura de un artículo sobre su padre que escribió en 2004 el crítico musical del New Yorker Alex Ross, "una hermosa pieza sobre él que todavía suena a verdad", señala Fleisher.
Fleisher (San Francisco, 1928), comenzó sus estudios de piano con solo cuatro años y a los ocho ya había debutado con público. Tocó a los 16 con la New York Philharmonic: fue un niño prodigio aceptado en sus clases nada menos que por Artur Schnabel, y también estudió con Maria Curcio, última pupila del anterior.
Fue una figura imprescindible de la interpretación pianística durante los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, hasta que en 1964 tuvo que dejar de tocar por una grave lesión.
Estaba convencido de que él mismo había forzado el problema por practicar en exceso, ya que años después declararía que se pasaba más de ocho horas al día «aporreando teclas de marfil».
Durante 30 años, el artista intentó recuperar la movilidad de todas las maneras posibles; incluso, confesó años más tarde, con inyecciones de lidocaína, diversas terapias de rehabilitación, psicoterapia y tratamientos de choque.