Son decenas las ocasiones en que el titular del Ejecutivo federal pinta una clarísima raya con los afanes intervencionistas de legisladores y funcionarios estadunidenses, incluidos el entonces presidente Donald Trump y el ahora secretario de Estado Antony Blinken, en fecha reciente, porque un subsecretario se hizo eco de la histérica, para unos, e histórica para otros, campaña de “El INE no se toca”, pero cierto es que muy bien articulada entre las oposiciones y el dueto de consejeros (Lorenzo y Ciro) que abandonarán el Consejo General con los bolsillo saturados de millones de pesos.
Quizá sea la primera ocasión en que con la firma postura asumida por el presidente Andrés Manuel en el desencuentro con legisladores republicanos, esté en posibilidades de escalar más o bien que los del elefante azul le midan mejor el agua a los camotes poblanos, mexicanos.
Porque finalmente se trata, más allá de la retórica estadunidense de culpar a otros por los problemas propios, de qué les dejará mejores dividendos en la puja por reelegirse como representantes o senadores en noviembre de 2024.
Y López Obrador visualiza el desencuentro con legisladores republicanos, el todavía partido del troglodita Trump, con bastante tino a pesar de que sus adversarios e incluso internacionalistas no lo bajan de “aldeano”, “pueblerino” y “perdido” en materia de geopolítica, como jura el doctor Emilio Vizarretea Rosales, quien presume entre periodistas que fue maestro del general secretario Luis Cresencio Sandoval.
Si bien el problema es el tráfico de drogas ilícitas procedentes de México a Estados Unidos, particularmente el muy adictivo y mortal fentanilo que genera más de 100 000 vidas estadunidenses perdidas al año, Obrador lo sitúa como un pretexto para explotar los sentimientos antimexicanos y obtener más votos, precisamente por ello revira que la iniciativa de ley que impulsan para que soldados estadunidenses intervengan en México para combatir a los denominados cárteles –mientras que los que operan en EU son intocables–, es “irresponsable” y “una ofensa al pueblo de México, una falta de respeto a nuestra soberanía. Si no cambian su actitud y piensan que van a utilizar a México para sus propósitos politiqueros, llamaremos a que no se vote por ese partido”.
El llamamiento estaría dirigido a los 40 millones de paisanos que nacieron o radican en Estados Unidos e incluso los que son indocumentados pero mayores de 18 años, más todavía, a todos los de origen hispano para que se abstengan de votar por el partido que de rojo sólo tiene el color porque es de un conservadurismo que espanta en plena tercera década del siglo XXI.
“Ésta es una actitud intervencionista, prepotente, alevosa, majadera", fueron los calificativos que al hilo usó López Obrador para describir la pretensión imperial del altanero senador Dan Crenshaw y su iniciativa para militarizar la frontera con México y declarar “terroristas” a las estructuras criminales, lo que les daría el derecho de perseguirlos en México, como lo hacen en diversas latitudes de los cinco continentes y con frecuencia por encima de la voluntad de los gobiernos y los Estados soberanos.
Obrador formuló preguntas que difícilmente tendrán respuesta clara. ¿Por qué no atienden el problema del fentanilo? ¿Por qué no combaten a fondo la distribución de fentanilo? ¿Por qué no atienden a sus jóvenes? ¿Por qué no atienden su problema grave de descomposición social, no atemperan el incremento constante al consumo de las drogas?
Acuse de recibo
Del escritor Gonzalo Martré (Mario Trejo): “Apreciado Eduardo, ¿cuántos años tenemos de conocernos y de llevarnos bien? Si no mal calculo, más o menos 50. Tú fuiste el fundador del Grupo María Cristina y yo estuve presente en él desde un principio. Muchos años después me retiré por falta de movilidad. Dentro de mi casa camino no más de diez pasos con cierta dificultad, pero al poner un pie fuera de ella tengo que treparme a la silla de ruedas. Dejé de manejar, no tengo coche y aunque ahora Uber resuelve mis desplazamientos, me choca tener que usarlo continuamente. De vez en cuando está bien, achaques de la vejez extrema. Ya le escribiré al coordinador general (Genaro Rodríguez Navarrete) confirmándole que asistiré el 14 de abril y los detalles inherentes al caso. Abrazos primaverales”… Aviso de la escritora Manú Dornbierer: “Estoy transfiriendo todos mis libros a Amazon. El más vendido desde el siglo pasado fue el primero La grieta. Está incluido en otros muchos libros. Esta edición tiene una muy bella portada de la gran artista veracruzana Susana García Ruiz, tomada del cuadro que llamó Poema infinito. Esta nueva edición con título La grieta, otras dimensiones, se dividió en dos porque el especialista de la Universidad de Texas en Dallas, Samuel Manickam, en la presentación en la UNAM sugirió dividirlo en dos partes: La 1ª ciencia ficción y la 2ª lo que en Francia se llama realismo fantástico. 20 cuentos en total”. librosdemanu@gmail.com