Cuando se anunció que Nicolas Cage interpretará a Drácula en su próximo proyecto cinematográfico, a nadie le sorprendió demasiado que hubiera aceptado un papel que podría estar hecho a su medida debido a su obsesión con todo lo paranormal.
Precisamente su fascinación en torno a los fenómenos paranormales, lo llevaron a comprar hace tiempo una mansión en Nueva Orleans que perteneció a Delphine LaLaurie, socialité estadounidense y asesina en serie que se volvió famosa por haber torturado y asesinado a un gran número de esclavos afroamericanos.
Su compañero de reparto Idris Elba, de Nicolas Cage, también reveló hace años que, mientras rodaban la película Ghost Rider: Espíritu de Venganza en Rumanía (2010), el actor se escapó una noche para dormir solo en las ruinas del castillo donde vivió Vlad Tepes, el personaje histórico en el que se inspiró Bram Stoker para crear al famoso vampiro de su novela.