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¡No basta!

por Federico Berrueto
13-08-2021

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No basta que el Presidente remita al régimen de protección gubernamental a periodistas amenazados por el crimen, como ha ocurrido recientemente con Azucena Uresti, después del señalamiento en contra de ella por el líder del cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Tampoco son suficientes las palabras presidenciales de apoyo. Qué bueno que esto ocurra, pero no basta porque lo fundamental es atender las causas y no los efectos del problema. La criminalidad crece ante la complacencia y permisividad gubernamental. El Presidente se ufana de su lema abrazos no balazos. Incluso, es más fácil que el Presidente la emprenda y condene a un periodista o a un medio de comunicación a que lo haga a un criminal. Al Presidente le incomodan e indignan los delincuentes de cuello blanco, no los del crimen organizado. Allí están sus inexplicables palabras de reconocimiento a éste el día siguiente de la elección. El Presidente ha decidido hacer causa en contra de los medios y periodistas. En eso no tiene remedio y así será él siempre. Aunque no es correcto y es hasta ilegal, se pueden dejar pasar los recurrentes excesos verbales del mandatario. Lo que no es permisible, bajo circunstancia alguna, es el incumplimiento de su responsabilidad para garantizar seguridad. No es opción, es la esencia del juramento del cargo: cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ésta emanen. Es bueno y positivo para el país que medios relevantes hubieran acordado una postura pública a partir de la amenaza del CJNG. Pero no basta. Se requiere mucho más que eso. Lo primero, cumplir puntualmente su tarea de informar y sin temor dar cauce a la opinión editorial sobre los temas de interés nacional, especialmente los que se refieren a la seguridad pública, tarea que motivó la amenaza del jefe del grupo criminal más sanguinario, el que más ha crecido, el más pernicioso, con mayor capacidad de fuego, decidido a actuar violentamente en cualquier parte del país. Lo segundo, los medios debemos exigir a las autoridades y al Presidente una acción decidida contra el crimen organizado a partir del crecimiento que se observa y padece. La violencia y el delito están ganando terreno. Lo ocurrido es un ominoso precedente que debe responderse con una acción ejemplar por las autoridades. Que quede claro, se trata de cumplir con la ley y que la justicia fluya por los cauces que la misma norma provee. 


El Presidente tiene una idea muy singular de su mandato y compromiso con los mexicanos. Cualesquiera que sean sus prioridades y propósitos, debe quedar claro que la impunidad es la causa mayor de muchos de los males nacionales y, por lo mismo, es necesario actuar frontal y decididamente contra ella. No ha ocurrido así porque todo lo que se hace corresponde a una visión contenciosa de la política. Cumplir con la ley no admite coartadas, vacilación ni cálculo interesado. Es la esencia de la responsabilidad pública y más de quien dirige los destinos del gobierno con la pretensión de servir a la nación. Federico Berrueto @berrueto fberrueto@gmail.com