Estados Unidos tiene un vasto sistema de centros de detención repartidos por todo el país, que albergan a más de 20.000 niños migrantes. Una investigación especial de la BBC descubrió denuncias de que mantienen las salas a bajas temperaturas, de la existencia de enfermedades, negligencia, piojos y suciedad, a través de una serie de entrevistas con niños y personal de los centros.
Era medianoche en el Río Grande, el imponente río que forma la frontera entre Texas y México, y las luces comenzaron a destellar en el lado mexicano. Se podían escuchar voces en la oscuridad. Aparecieron unas figuras, se metieron en una pequeña balsa y comenzaron a cruzar el río.
Cuando la balsa apareció en el lado estadounidense, los rostros de los migrantes se hicieron visibles. Más de la mitad de ellos eran niños. Durante marzo y abril, más de 36.000 niños cruzaron a EE.UU. sin la compañía de un adulto. Este fue un récord en los últimos años.
Muchos niños que viajan solos emprenden su viaje con la esperanza de reunirse con uno de sus padres que ya se encuentra en EE.UU. Más del 80% de ellos ya tiene un familiar en el país, dice el gobierno estadounidense.