Jesús Sánchez
En medio de las aguas tempestuosas en las que
navega, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) pospuso la discusión
del proyecto que pretende cambiar el estatus de investigadores, profesores,
técnicos y administrativos que trabajan en los Centros de Investigación del
país, que literalmente haría pinole sus derechos laborales.
Si bien los representantes de los trabajadores
reconocen que los ministros han mostrado apertura y escuchado los argumentos de
quienes dedican su vida a la investigación y desarrollo de la ciencia en México,
la incertidumbre persiste pues no hay fecha para resolver esta controversia.
No exageramos al decir que está en juego el
futuro de quienes se dedican a la ciencia y desarrollo y que forman parte del
Sistema Nacional de Investigadores (SIN).
Desde luego que no pasa de noche que la Corte
deja pendiente este delicado tema, precisamente a cinco semanas de las
votaciones consideradas las más grandes de la historia reciente del país.
Aunque son temas distintos, los de la Corte y
las elecciones, no puede descartarse que un evento pueda influir en otro, como
una cadena de eventos desafortunados, sobre todo por las acciones de la 4T que
han decepcionado a algunos sectores sociales y que podría reflejarse en las urnas.
Tampoco puede soslayarse que los integrantes
de la Corte enfrentan una de las peores etapas de su historia, pues decisiones
de órganos distintos al Poder Judicial, han causado suspicacias sobre el respeto
y el cumplimiento a la Constitución. Nos referimos a la trama conocida ahora
como la de “los extensionistas”.
Hay que reconocer que los ministros Yasmín
Esquivel Mossa y Javier Laynez Potisek han mostrado apertura y dialogo con la
comisión negociadora de la Federación de Investigadores, integrada por Ximena
Medellín Urquiaga, Investigadora del CIDE; Anita Sánchez Castro, diputada
federal por Morena; Arturo Alcalde, asesor jurídico; y Manuel Escobar Aguilar,
coordinador general de la Federación Nacional de Sindicatos del sector de
Ciencia y Tecnología y secretario general del Sindicato Único de Trabajadores
del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica.
En esta pausa, los representantes
sindicales buscarán acercamientos con otros ministros de la Corte. Los
trabajadores no se han cruzado de brazos y están a la expectativa, pues tienen
claro que de manera injusta, por no decir arbitraria, podrían perder el derecho
asociarse en sindicatos, podrían ver limitada la libertad de cátedra e
investigación, esto sin contar con afectaciones en los escalafones.
Hace unoas dias le enviaron otra carta al
presidente de la Suprema Corte, Artruro Zaldívar, en la que le expresan su “profunda
preocupación” de que la Corte tome una decisión con base en premisas
equivocadas y en información incompleta sobre la realidad que existe en el
régimen laboral de los trabajadores a quienes se aplica la jurisprudencia
1/96.
Columnómetro de Aquiles
Baeza
1.- ¿Santo
remedio?
Dicen los
exagerados que la lluvia de ideas entre los estrategas de palacio para decidir
cómo deshacerse de los organismos autónomos estuvo tan fuerte, que anegó el
Zócalo.
Y sospechan que
de esa reunión salió la idea de que incorporando las funciones de los
organismos autónomos a las secretarías de Estado, le endulzaría el ánimo a ya saben
quién.
Se ve fácil pero
no lo es. El ex ministro José Ramón Cossío ve en un problema jurídico de fondo
y lo sintetizó en un tuitazo:
“Una cosa son los
órganos federales y otra los órganos nacionales. Los primeros no pueden actuar
respecto de los otros poderes de la Unión ni de las entidades federativas. NO
son sustitutivos”.
2.- Fue muy
aparatoso el salto de Xóchitl Gálvez desde la curul del PAN, tres vueltas al
aire, para sumarse a la bancada del PRD. Digamos que fue una jugada estratégica.
¿Qué no?
3.- Habemus
nomenklatura en Morena.
Pero lo que dejó
frío a Ricardo Monreal y a Mario Delgado fue la renuncia a Morena del legislador
potosino Primo Dothé, quien también pidió licencia al Senado.
El senador acusó
a las cúpulas de Morena, la nomenklatura, de desviarla del camino de la Cuarta
Transformación y de designar candidatos de “perfiles incongruentes, ilegítimos
e impresentables”.
4.- Candidatos
indígenas cachirules.
Luego de que algunos partidos han postulado a candidatos que presumen un
origen indígena sin tenerlo, el Gobierno Nacional Indígena de México, que
preside Candelaria Lázaro Lázaro, exige al Instituto Nacional Electoral (INE)
corroborar los registros de las candidaturas cachirules.
Es de no creerse, pero personajes como Manuela Obrador Narváez, prima del
presidente de la República, recibió el aval de la sala regional del TEPJF en
Xalapa que le permitirá continuar como candidata por un distrito indígena. Los
mal pensados dicen que es una candidata indígena totalmente palacio.
Otro caso escandaloso de los 56 casos detectados por el INE en los que hubo
intentos de usurpación de identidad indígena, fue el de César Carrizales, El
Mijis. El INE rechazó la candidatura cachirul del potosino.
Y qué decir del diputado panista de Aguascalientes, Francisco Javier
Luévano Núñez, quien quiere reelegirse pero haciéndose pasar por indígena, lo
bueno es que la comunidad Chicahual ya impugnó al cachirulazo.
Lázaro dijo que la suplantación es
un abuso que debe erradicarse, lo malo es que hay quienes pretenden hacer de la
simulación y la mentira una costumbre.
5.- Cosas que no se entienden. La CNDH ha guardado silencio ante la
iniciativa que obliga a los ciudadanos a proporcionar sus datos biométricos so
pena de negarle el acceso a una línea telefónica celular.
Lo bueno es que #HayINAI que interpondrá una controversia ante la Corte.
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