NUÑO LEAL
En las próximas elecciones en
Jalisco se estará jugando algo más trascedente que los espacios de
representación popular en el Congreso local, federal y los municipios. Se
estará perfilando la configuración y ascenso de una clase dirigente en la
entidad que puede dominar el escenario político estatal para las próximas dos
décadas.
Se trata del desplazamiento de
los viejos grupos ligados al PRI y al PAN que no solo por cuestiones
generacionales dejarán sus espacios sino por otro tipo de dinámicas fuera de
los partidos tradicionales.
En estas elecciones, en un grupo
muy compacto de empresarios bajo las siglas de Movimiento Ciudadano, se puede
estar gestando la nueva élite gobernante de Jalisco. Lemus, Frangie son los más conocidos, pero
junto a ellos van en estas elecciones, Mauro Garza, Manuel Herrera y Horacio
Fernández que buscan convertirse en legisladores.
Lo más seguro es que la mayoría
de estos personajes obtengan el triunfo electoral en junio próximo y no exista
grupo político más poderoso en la entidad, teniendo como siguiente estación
ganar la gubernatura en 2024. Sí Alfaro no trasciende en el 2024, estos personajes
le darán la espalda para encaminarse en sus propios proyectos.
El único contrapeso en el
escenario sería que Uribe y/o Lomelí ganaran en sus espacios, ya que la opción
de Kumamoto cada vez parece diluirse. En cualquier caso, el PRI y PAN serán irrelevantes.
Out en Home
Muchas cosas extrañas se perciben
en torno al equipo de beisbol de los Charros de Jalisco. El reciente desalojo
del Estadio Panamericano donde los Charros escenifican sus partidos en la Liga
Mexicana del Pacifico parece tener no solo tintes administrativos, sino que
puede salpicar a personajes políticos del pasado gobierno estatal.
Charros de Jalisco se convirtió
en un fenómeno social entre otras cosas por el apoyo del gobierno de
Aristóteles Sandoval. El equipo fue bien tratado por parte de las autoridades
pasadas. Uno de sus socios era visto frecuentemente en oficinas gubernamentales
y varios miembros del anterior gabinete recibían un trato preferencial en el Estadio
Panamericano. Alguno de ellos convirtió su palco en lugar predilecto para las
negociaciones y acuerdos con personajes relevantes del medio político y
empresarial.
Parece que esos vínculos que
ayudaron a los Charros a consolidar un exitoso regreso al beisbol profesional,
ahora se pueden convertir en un lastre a partir de las divisiones y el
enfrentamiento entre los viejos socios. Se habla de hallazgos no deseados en
las auditorias que aplicaron los mismos socios.
Charros fueron los favoritos de
las autoridades pasadas, ahora llegan los Mariachis en la Liga Mexicana de
Beisbol los nuevos favoritos del poder político.
Juntos o Revueltos
Mientras que en las campañas de
Movimiento Ciudadano se percibe un acompañamiento entre los diversos
candidatos, las campañas de MORENA en los municipios metropolitanos parecen
traer una lógica distinta y dispersa.
Para todos es conocida la
rivalidad que todos los días se acrecienta entre Alberto Uribe y Carlos Lomelí
lo que hace imposible el planteamiento de estrategias de campaña y de
propuestas de gobierno conjuntas en las filas de Morena.
En la cancha de enfrente Frangie y Lemus acaban
de presentar su estrategia de seguridad donde abarcan acciones conjuntas en
Zapopan y Guadalajara. Situación que es imposible dada las fobias mutuas entre
los dos candidatos de Morena.
Por sí fuera poco, los otros
candidatos morenistas en el área metropolitana de Guadalajara como son Alberto
Maldonado en Tlaquepaque, Sergio Chávez en Tonalá y Marcela Michel en
Tlajomulco traen sus propias dinámicas y ven esos espacios geográficos como zonas
de exclusivas donde su mensaje suena aislado a una propuesta mediática
conjunta.