Interesante libro para politólogos y abogados: “Lawfare. Guerra judicial y neoliberalismo en América Latina” de varios autores, recientemente compilado por Silvina M. Romano del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) en el que estudian la experiencia de la judicialización de la política en varios países: Brasil, Argentina, Perú, Colombia y Venezuela, a partir de la hipótesis de que, el campo de lucha de la comunicación, desde la antigua “guerra psicológica”, se logra impulsar, del modo más perverso imaginable, la desmoralización del enemigo, utilizando las noticias falsas para crear la realidad, conforme a los intereses de cada protagonista.
El “lawfare” podría traducirse como “guerra jurídica” con fines políticos. Es un nuevo frente de batalla, paso siguiente a la difusión de noticias falsas, para exponer al opositor como corrupto, y al acusador, como puro y celestial, ejemplar de la virtud pública. Para ello, se valen de funcionarios al servicio de la impartición de justicia: policías, investigadores y jueces, como un arma para destruir al adversario político por la vía judicial.
Es el abuso de las instituciones y procedimientos judiciales para la persecución política. Para lograr el desprestigio mediático, la estigmatización y la prisión, lo que sustenta el carácter genérico de las noticias falsas, como fenómenos entrelazados. Esto se hace evidente al presentar los casos políticos con gran escándalo, a diferencia de otros casos no políticos, de mayor gravedad, a los que se reduce el volumen, como nos precisa Raúl Zaffaroni al revisar el caso Argentino. Y resalta: “América Latina es hoy, más que nunca, un territorio en disputa. Parte de la conflictividad y de las tensiones políticas buscan ser dirimidas en el campo de lo judicial, en el marco de una -guerra contra la corrupción-… “, como se puede observar en los casos de persecución judicial de Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil; Cristina Fernández de Kirchner en Argentina; Jorge Glas y Rafael Correa en Ecuador, entre otros.
El origen de esta nueva forma de guerra política lo ubica en la obra publicada en 1999: “Unrestricted warfare” Guerra ilimitada, del militar estadounidense Charles Dunlop, para definir un método de guerra no convencional, como medio para alcanzar un objetivo militar, para garantizar la seguridad nacional de los Estados Unidos. El abuso en la utilización de las instituciones de impartición de justicia y de la ley misma propicia una “juristocracia” que deforma la función de los tribunales en la política, al intentar resolver temas políticos por la vía judicial, transfiriendo poderes de las instituciones representativas a las instituciones judiciales.
Algo quedó al descubierto con la filtración de los tristemente célebres “Wikileaks” que mostraron como se encaminan las acciones para que las instituciones de seguridad y justicia norteamericanas se arroguen el rol de “juez internacional” y se aplique la “Foreign Corrupt Practices Act” fuera de los Estados Unidos. El tema de para mucho que reflexionar en este delicado asunto.
Mauricio Valdés