RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Nuevo León estaba considerada como la plaza más disputada por los partidos en los comicios del seis de junio, en que se anticipaba una elección a tercios y, posiblemente, hasta a cuartos, por la presencia de los partidos y sus candidatos.
Tres de los aspirantes hacían ruido y eran claros favoritos para competir por esos partidos desde un año antes de que fueran seleccionados como tales.
Clara Luz Flores, la gran favorita, debía disputar voto por voto con el priista Adrián de la Garza y el emecista Samuel García y, tal vez, con el abanderado del PAN que no fue el que se esperaba, ya que la designación recayó en Fernando Larrazábal.
La disputa de entre tres o hasta entre cuatro, se diluyó rápidamente y se decantó entre dos de ellos, la candidata de MORENA, Clara Luz Flores y el aspirante del PRI Adrián de la Garza, ya que los otros dos candidatos representativos fueron relegados a ocupar el terceo o cuarto lugar, distantes del primero y segundo.
Razones hay muchas, pero las principales se centran en la pedantería y egocentrismo de Samuel García que deberá aprender de esta experiencia y el rompimiento de sus alianzas que lo dejan indefenso ante un electorado que no comulga demasiado con sus ideas y su estilo de vida. Larrazábal simplemente es recordado como un alcalde de Monterrey demasiado polémico que entró con calzador a la candidatura panista, lo que orilló a diversos cuadros del partido a renunciar al organismo político y adherirse a otro.
Así Movimiento Ciudadano y Acción Nacional dejaron de ser competitivos en Nuevo León en este proceso electoral.
Es cierto que en Nuevo León existen otros candidatos como Carolina Garza del PES; Daney Siller de Redes Sociales Progresistas y Emilio Jaques Rivera de Fuerza por México, pero ninguno de ellos alcanza notoriedad ni popularidad y se considera que su cuota de votos será mínima.
La disputa se dará entre Clara Luz y Adrián, quienes son los mejor posicionados entre los electores y aunque Clara Luz salió como favorita, con números por encima de los demás en las encuestas, estos mismos han descendido y pasado a parejear con Adrián.
Y es que la alcaldesa con licencia de Escobedo que dejó al PRI hace un año ante la tentadora oferta de ser candidata de MORENA se enredó en una serie de historias que le pegaron en su línea de flotación.
De inicio la sombra del esposo incómodo asomó por todos lados y dejó ver su mano diestra en la conducción de la campaña de su esposa. Abel Guerra Garza es un político de extracción priista que en diversas ocasiones intentó, sin éxito, alcanzar la supremacía política, quedando, simplemente en intentos.
Con Clara Luz descubrió una joya y se sintió Pigmalión, para pulirla y situarla en la antesala el gobierno de Nuevo León. Clara Luz tiene historia propia, pero la megalomanía de Abel la está sepultando.
Se metió en un hoyo con la denuncia penal en contra de un cómico regiomontano que satiriza a todos los políticos y cuyo cliente favorito es Samuel García. Marco Polo es sumamente exitoso en la sultana del norte y la demanda de Clara Luz abonó en favor del comediante y en detrimento de ella, ya que la parodia escenificaba lo que todo mundo sabe, la intromisión de Abel.
Para compensar su error, arremetió en contra de su principal opositor, Adrián de la Garza, al que acusó de complicidad con el ex gobernador Rodrigo Medina, al que prometió enjuiciar en cuanto asuma el poder.
La respuesta del priista fue muy simple mostrar un video de la boda de Clara Luz y Abel Guerra, donde el padrino o testigo principal es precisamente Rodrigo Medina.
El proceso electoral de Nuevo León se torna interesante, donde todavía hay mucha tela de donde cortar e historias que contar, las que saldrán en los momentos de mayor apremio.
Por lo pronto, Rodrigo Medina, cuestionado ex gobernador de Nuevo León sale a la discusión pública, mientras mantiene perfil bajo y se recuerda la promesa del actual gobernador, Jaime Rodríguez Calderón, de enjuiciar a su antecesor.
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Priistas que en el pasado fueron relevantes en cargos públicos nacionales se dejan ver en la lista plurinominal a diputados locales en Puebla, por parte del partido tricolor. Jorge Estefan, ex tesorero del CEN del PRI y varias veces diputado federal encabeza la lista, se encuentran también en lugares distantes el ex subsecretario de Desarrollo Social y cercano colaborador de Rosario Robles, Juan Carlos Lastiri y Víctor Manuel Carreto, entre otros, personajes que buscan la diputación local, después de haber bregado por la federal.
Email: ramonzurita44@hotmail.com