La aparición de la variante ómicron del virus que causa el covid-19 ha causado revuelo en el mundo en los últimos días.
Especialmente después de que varios países pusieron restricciones y prohibiciones a viajeros que lleguen en vuelos de al menos cinco países africanos.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, señaló que no se puede "castigar" a su país -donde fue detectada la variante ómicron- por haber hallado la variante gracias a la tecnología disponible.
Sin embargo, la voz más fuerte que se ha escuchado al respecto ha sido la de Ayoade Olatunbosun-Alakija, vocera de la Alianza Africana para la Entrega de Vacunas, quien ha sido clara en sus reclamos hacia los países desarrollados.
"La aparición de esta variante era inevitable. Se debe a la falta de vacunación por el acaparamiento de vacunas por parte de los países desarrollados", señaló.
Como le he dicho, la falta de voluntad política y la inexistencia de una campaña global de vacunación- es decir, un esfuerzo que logre que todos los habitantes de este planeta tengamos acceso a las vacunas- hizo que emergiera esta variante en zonas muy vulnerables de África.
El mundo se ha rehusado a vacunar a todas las personas con el poco apoyo que se le dio a la iniciativa Covax u otros métodos de distribución.
Nadie está encerrando a Bélgica e Israel. ¿Por qué estamos aislando a África? Está mal y es hora de que nuestros líderes africanos se pongan de pie y encuentren su voz.