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Oportunidades de la pandemia

por RedaccionRS
06-08-2020

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Mauricio Valdes

 

 

 

Como dialécticamente sucede, no todo es negativo, ni en la pandemia, ni en nada. Sin embargo: ¿cómo encontrar lo positivo en esta crisis mundial? Precisamente revisando lo que se pretende llamar “nueva normalidad”, concepto que considero debemos matizar, porque lo nuevo implica algo anormal, además de negativo porque lleva el contagio del virus. Principalmente porque es la oportunidad de cambiar hábitos dañinos en lo individual y familiar, en la comunidad y en la nación.

 

Los efectos adversos de esta etapa pasarán de meses a años y tal vez a décadas. Mientras no aparezca la vacuna casi milagrosa y los medicamentos eficaces, seguiremos viviendo y sobre viviendo esta etapa absolutamente anormal y desconcertante.

 

Los plazos para la vacuna varían entre optimistas y pesimistas. Y luego falta confirmar su eficacia y contraindicaciones, así como su oportunidad y accesibilidad. Preocupa que se tomen decisiones de largo plazo sin la suficiente información y experiencia.

 

Mientras tanto la “nueva normalidad” parece llevarnos acorralados: quédate en casa, la sana distancia, el cubre bocas, el lavado de manos frecuente, evitar reuniones colectivas, reducir viajes, y con el nuevo año escolar, continuar con la educación a distancia. Necesario sí, pero insuficiente, porque en realidad, parecieran conductas normales, aunque no arraigadas en la mayoría de la población. Mientras lo visible son diferentes modelos de mascarillas, cubre bocas y productos “sanitizantes” que abundan en anuncios de TV llenos de ofertas. En síntesis: reducir la vida familiar y social, la transformación de la vida en general, algo desagradable para todos.

 

Se habrán preguntado las autoridades que han dictado estas medidas ¿por qué aún falta población de ser convencida de adoptarlas? ¿Por qué se resisten al frecuente lavado de manos, vida familiar y social restringida por todas partes, se rebelan a seguir cerrados sus negocios, seguir con las escuelas vacías, centros deportivos y de recreación cerrados? Tal vez porque lo que deseamos es la normalidad, así de simple.

 

Mientras no aparezca la vacuna eficaz y accesible, es indispensable promover cambios bien diseñados y mejor comunicados en las conductas de protección social y familiar. Porque el rumbo hacia esa “nueva normalidad” está marcado para transitar por un camino de contagiados, enfermos y muertos, que no se ve final.

 

Un camino muy irritado, sin liquidez para lo indispensable, además por la pérdida masiva de empleos, el cierre de negocios, el creciente costo de medicamentos y atención médica. La vieja normalidad ha muerto, y aún no vemos nada mejor en su lugar, es un período de franca transición, incertidumbre y crisis que demanda inteligencia, sabiduría y toma acertada de decisiones.