Preferencia hacia la que se dirige el deseo de una persona para tener relaciones afectivas y sexuales. Si bien hay diferentes opciones y los modelos culturales de cada lugar y época pueden influir en su expresión, no se elige.
Heterosexual. Preferencia por personas del otro sexo.
Homosexual. Preferencia por personas del mismo sexo (lesbianas, mujeres cuyo deseo se dirige hacia mujeres; gais, hombres cuyo deseo se dirige hacia hombres).
Bisexual. Personas cuya preferencia puede dirigirse hacia hombres y hacia mujeres. Según algunos estudios, sólo un 10% de la población podría considerarse puramente heterosexual u homosexual (no haber tenido nunca deseo ni prácticas de otra orientación). En este sentido, como todas las etiquetas, depende de quien haga la clasificación. Algunos/as consideran ya como bisexuales a las personas sólo con que hayan tenido deseos o prácticas homosexuales en alguna ocasión. Hay quien diría que sólo han sido hetero/homo/bi en ese momento o se reprimían. Y finalmente están quienes piensan que es difícil sentir el mismo deseo por hombres y mujeres en todos los momentos de la vida (bisexuales pur@s) y siguen la teoría de la línea. El deseo sería como un continuo en el que cada ser humano se mueve entre los diferentes extremos de la absoluta homosexualidad y la absoluta heterosexualidad, por etapas. Oscilan del 30% hacia un lado al 70% en el otro, del 80% al 20 %, etc. Suele haber un deseo preferente. O no se ponen etiquetas ni se cierran con un nunca...
Pansexual. No estamos muy de acuerdo con este término. Se supone que son personas que se sienten atraídas por todos los sexos. Es decir, por hombres, por mujeres (hasta aquí serían bisexuales) y por transexuales (aquí viene el error de concepto). Si les atraen transexuales se están fijando en un trans de hombre a mujer (ya sería toda una mujer) o de mujer a hombre (ya sería todo un hombre). Nada que les diferencie de ser bisexuales.
Sapiosexual. Son aquellas personas que dicen fijarse más en la personalidad, en el intelecto, que se enamoran del interior.
Asexual. Falta de atracción sexual hacia otras personas. En algunos casos, sí pueden tener relaciones romántico-afectivas, pero no sexuales. Otros, admiten tener relaciones, pero no sienten química sexual. Hay quienes no sienten ni pasión ni amor, a menudo porque han confundido intimidad con prácticas coitales. Puede haber masturbación, incluso impulsos, pero no deseo. Depende de cada persona. Es importante diferenciarlo de los trastornos del deseo sexual inhibido, donde ha habido algún suceso traumático o un problema psicológico que podría solucionarse. Pero la mayoría de investigaciones recientes apuntan a que la asexualidad como orientación sexual estable tiene una causa biológica, desde el nacimiento.