La compañía empezó a acumular pérdidas conforme Rusia reducía los suministros de gas natural a países europeos que apoyan a Ucrania. La situación se agravó cuando Gazprom cerró temporalmente su gasoducto Nord Stream 1, principal proveedor de gas ruso en Alemania, a inicios de septiembre.
Para cumplir sus contratos, ahora deberá obtener el gas en el mercado al contado, donde los precios se han disparado.
Las pérdidas sufridas ascienden a 8 mil 500 millones de euros, indicó Fortum.
En varios países europeos, incluido Alemania, se han disparado los precios del combustible necesario para calentar hogares, generar electricidad y mantener las fábricas en marcha, lo que provocó temores de cierres de negocios, racionamiento y una recesión en la mayor economía europea, mientras se acerca el invierno.
Berlín había advertido en meses recientes del efecto Lehman Brothers que una quiebra de Uniper tendría en los mercados energéticos. Dada la importancia de Uniper, su colapso provocaría escasez de energía para sus miles de clientes.
El gobierno alemán también entró en septiembre en conversaciones con otro proveedor de gas, VNG, sobre un posible paquete de auxilio. Alemania resultó especialmente expuesta en esta situación dada su elevada dependencia de las importaciones energéticas de Moscú.