Los científicos que están probando la eficacia de la vacuna experimental de AstraZeneca contra el Covid-19 dijeron que no pueden estar seguros de si el virus mutará de manera que se haga necesario repetir la vacunación cada año, pero que por el momento parece poco probable.
"No sabemos aún si este virus mutará lejos de la respuesta inmunitaria", dijo el director del grupo de vacuna de Oxford, Andrew Pollard, a los medios en una comparecencia, agregando que "no hay pruebas de eso aún".
Al ser preguntado sobre si es probable que la vacuna -que mostró una eficacia de al menos el 70% en datos interinos de la Fase III de los ensayos- pueda aportar protección a largo plazo, Pollard dijo:
"Somos optimistas sobre una respuesta inmune que dure al menos un año", pero esos ensayos necesitan más tiempo para poder dar cualquier confirmación de durabilidad.
La vacuna contra el covid-19 desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford tiene una eficacia media del 70%, que llega a 90% con una dosis menor, según ensayos clínicos realizados en el Reino Unido y Brasil, informó este lunes el equipo británico.
"AstraZeneca preparará ahora inmediatamente la presentación reglamentaria de los datos a las autoridades de todo el mundo" en busca de una rápida aprobación, afirmó el director ejecutivo del gigante farmacéutico, Pascal Soriot.
Y aseguró que "la eficacia y seguridad de esta vacuna confirman que será muy efectiva contra el covid-19 y que tendrá un impacto inmediato".
Concretamente, la efectividad se elevó al 90% en el caso de una muestra de personas que recibieron primero media dosis y una dosis completa un mes después. La eficacia bajó al 62% en otro grupo que recibió dos dosis con un mes de diferencia.
Más de 3.000 voluntarios participaron en el subgrupo que mostró mayor efectividad, precisó en rueda de prensa el profesor de la Universidad de Oxford Andrew Pollard.
Con una media del 70%, esta vacuna sería menos efectiva que la de los estadounidenses Pfizer/BioNTech o Moderna, que anunciaron recientemente superar el 90%.
Pero tiene la gran ventaja de utilizar una tecnología más tradicional, lo que la hace menos costosa y más fácil de almacenar y transportar, ya que no necesita ser conservada a muy baja temperatura: se puede guardar al menos seis meses refrigerada entre 2ºC y 8ºC, precisó el equipo británico.
Las vacunas de Pfizer y Moderna tienen que mantenerse a -70ºC, una temperatura muy inferior a la de un congelador normal, lo que ha despertado dudas sobre su distribución y sus altos costes, en particular para los países más pobres.
AstraZeneca estimó que su vacuna es "altamente eficaz" para prevenir la enfermedad y remarcó que durante las pruebas ningún participante desarrolló formas graves de coronavirus ni tuvo que ser hospitalizado.