Carlos Ramírez
A diez
días del final de las campañas, con una semana más de veda y en medio de confusiones,
tensiones y conflictos, los escenarios electorales siguen con variaciones
mínimas. De entre todos los datos de las encuestas, se pueden rescatar tres
que serían importantes para las evaluaciones:
1.- Morena sigue a la cabeza con un promedio de 40%-45% de
expectativas de votos, un poco más que en 2018. Si se recuerda, hace dos
y medio años Morena ganó 39% de votos y construyó mayoría absoluta de
52% vía la sobrerrepresentación y la compra de diputados. En este sentido,
puede decirse que sin esas ventajas Morena podría aumentar un poco su
nivel.
2.- A pesar de todo y por todo, el PAN y el PRI no han
rebasado la línea estratégica de 20% cada uno. La alianza opositora como segunda
fuerza legislativa tendrá beneficios en la Cámara, pero no en las plazas electorales.
Por sí mismos, el PAN y el PRI tienen porcentajes de votos como los que tuvo el
PAN después de la crisis de 1988. El PRI ya se quedó hundido en
una media electoral de 18%, imposible de contabilizar como positiva para
las presidenciales de 2024. El PRD tiene hacia su disolución y quizá
sobreviva con el mínimo --en 3%-5%-- por efecto de la alianza, pero se perfila
como el PPS del viejo régimen: partido rémora del PAN Y DEL PRI.
3.- Los tres nuevos partidos habrán de fracasar. Su
creación estuvo en el modelo de Morena de tener legisladores de los cuales
echar mano para construir una mejor mayoría en el Congreso. Pero el
escenario cambió y no sólo no le servirán a Morena, sino que se convirtieron
en un problema: para mantener su registro, los nuevos necesitan cada uno
3% de votos, que serían 9% de votos que le urgen directos a Morena, Por
eso se está viendo ya la ruptura de Redes Sociales Gordillistas y de Fuerza por
Haces con Morena, en un intento de salvar el registro con 3% de votos cada uno.
Y el Partido Religioso PES anda por las mismas.
En los hechos, la caída de votos de Morena se ha registrado
en elecciones para gobernador. Sobresalen el desmoronamiento en Campeche, la declinación
en Sonora, la crisis en Guerrero y sobre todo la disputa por alcaldías y
distritos electorales en Ciudad de México. Pero los niveles de interés
son diferentes: el presidente López Obrador le dio prioridad a los
diputados federales y Morena necesita mantener territorios locales de
gobernadores y alcaldes. En los hechos, el proyecto lopezobradorista
estará en el Congreso.
Hay otras dos claves electorales que han aparecido en los
últimos días:
1.- El modelo de alternativa del voto. Si no es por Morena,
quiénes son la oposición y sus candidatos. Y como el PAN y el PRI no han
cambiado y de hecho profundizaron su modelo elitista que fue castigado
en las urnas, entonces el voto se tendrá que dar en un escenario inflexible:
Morena o el mismo PRI-PAN. La misma alianza opositora va a comenzar a
convocar al voto “tapándose las narices”, es decir un voto anti
AMLO aunque sea por partidos y candidatos que huelen mal. Hasta hoy existen
indicios de que esos argumentos no alcanzan para aumentar la bolsa de
votos contra Morena, sobre todo por candidatos que siguen representando
el México de la corrupción y el colapso social.
2.- La incorporación de los empresarios de Coparmex y las ONG´s
financiadas por organismos desestabilizadores de EE. UU. vía su embajada en
México. Pocos van a convencerse que Coparmex como pensamiento
capitalista extremo --es sindicato patronal-- pueda representar la democracia plural.
Capitalismo y democracia son excluyentes. Y votar por la alianza PAN-PRI-PRD
sería hacerlo por el proyecto empresarial neoliberal de Carlos Salinas
de Gortari que Morena, mal que bien, ha estado desmontando en los últimos
meses. A muchos se les olvida que los empresarios de la Concanaco combatieron
al gobierno de Cárdenas y Coparmex confrontó a López Mateos y a Echeverría para
defender el proyecto capitalista de utilidades empresariales y salarios
bajos. La alianza opositora PAN-PRI-PRD es el bloque de poder de la
Coparmex y los grandes capitales que se beneficiaron del neoliberalismo
salinista y por el capitalismo concentrador del ingreso en manos
privadas,
Es cierto que las elecciones de 2021 no serán ideológicas
ni de proyectos nacionales históricos, pero hay elementos parciales que aportan
indicios de lo que está en juego: el regreso del PRI vía el PAN, el PRD,
Coparmex y la embajada de EE. UU. Y es el PRI de Madrazo, Salinas y Zedillo,
una amalgama de política perversa.
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Política para dummies: La política es memoria y realismo.
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